El presidente de la Fundación Torres-Picón, quién trabaja en prevención de la obesidad infantil, compartió información y una prudente advertencia planteada por diferentes expertos desde México, país que viene desplegando una completa estrategia nacional para atacar y controlar el problema.
La prevalencia de obesidad y cáncer está reduciendo la esperanza de vida, debido a que desde edades más tempranas este binomio está afectando a la población de niños y niñas.
México ocupa el primer lugar en obesidad infantil en el mundo y el segundo en obesidad en adultos, señala el trabajo publicado. Los especialistas se muestran enormemente preocupados.
El sedentarismo y consumir pocos vegetales como legumbres, frutas y verduras, dando preferencia a las carnes, frituras y grasas en general, condena a más personas en el mundo a ser obesas.
Tales costumbres o hábitos poco sanos son aprendidos la mayoría de las veces por nuestros hijos en el hogar cuando son niños y luego persisten al crecer, al ser adultos.
De allí que es necesario corregir y disminuir esa constante para que no se multipliquen las personas con riesgo acrecentado de sufrir múltiples enfermedades crónicas o fatales y las familias con más de un obeso. -Recientemente, en un oportuno trabajo de prensa escrito por Patricia Rodríguez Calva, en Excélsior / Por tu salud, expertos indican que precisamente el sedentarismo y la mala alimentación favorecen la aparición de diversos tumores malignos.
Resumamos la publicación sin afectar su contenido esencial, comenta Torres. De acuerdo con investigaciones del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), los casos de ciudadanos mexicanos con cáncer aumentarán debido a la epidemia de sobrepeso y obesidad que padece ese país (México), situación que, se asegura, podría también incrementar la mortalidad.
En la entrevista realizada para Excélsior, varios especialistas coincidieron en señalar que las probabilidades de padecer diversos tipos de neoplasias malignas ya están siendo consecuencia del sedentarismo y malos hábitos alimenticios que han hecho que México ocupe el primer lugar en obesidad infantil en el mundo y el segundo en obesidad en adultos.
Claudia Arce Salinas, oncóloga del Incan, detalla para Rodríguez Calva: “Se considera un factor de riesgo para desarrollar cáncer porque se ha visto que la obesidad es capaz de inducir diversos cambios en las células que favorecen su crecimiento desproporcionado y finalmente ayudan a formar metástasis.
“Los mismos mecanismos fisiopatogénicos que están involucrados en la obesidad están presentes a veces desde que la paciente tiene sobrepeso.” Como parte del grupo de especialistas del Departamento de Oncología Médica del Incan, que realiza la primera investigación mexicana sobre este tipo de casos, Arce Salinas señala que mientras la prevalencia de obesidad en México es de 70 por ciento, en los estudios que se llevan al cabo en la Institución, la prevalencia de obesidad en pacientes con cáncer de mama está por encima de 78 por ciento.
“Lo más grave es que ahora se sabe que una paciente con cáncer de mama, si es obesa o tiene sobrepeso, está condicionada a que la enfermedad regrese a largo plazo y muera por cáncer, aumentado los índices de mortalidad en la población.
“Hoy sabemos también que esta mujer con obesidad y con sobrepeso, que ya tuvo cáncer de mama, tiene una menor respuesta a la terapia hormonal que se da en este tipo de tumores y eso también condiciona que finalmente la enfermedad regrese y pueda morir”, explica la oncóloga.
Claudia Arce Salinas señala que los tipos de neoplasias que tendrían relación directa con personas que padecen sobrepeso u obesidad son: en mujeres, cáncer de endometrio y de mama.
En hombres, cáncer de próstata. Y en ambos géneros: cáncer de colón, de vesícula biliar y renal. Luis Solís Anaya, jefe de Hematología del Hospital General Regional No. 1 Carlos MacGregor Sánchez Navarro del IMSS, señala que la prevalencia de obesidad y cáncer está reduciendo la esperanza de vida en México, debido a que desde edades más tempranas este binomio empezará a afectar a la población infantil.
“Nuestra esperanza de vida la disminuye bastante y ahora es una situación muy grave, porque la obesidad se está viendo en los niños de manera intensa.
Tenemos niños de ocho o nueve años con problemas de obesidad importante, lo que va a generar la siguiente situación: un niño obeso tiene altas posibilidades de padecer cáncer a edades más tempranas, cortando su desarrollo y su vida”, sentenció el especialista.
Añadió que si como sociedad queremos revertir esta situación, tenemos que realizar un verdadero esfuerzo por impulsar la práctica del ejercicio y de buenos hábitos alimenticios, desde la educación que se da en casa, sobre todo ahora que se está comprobando una relación directa con el cáncer.
“Está comprobado que la obesidad genera liberación de sustancias inflamatorias. En términos médicos nos referimos a los leucocitos, y los leucocitos, a su vez, liberan sustancias como la interleucina 6, por ejemplo, y todas estas sustancias generan alteraciones inflamatorias que van a provocar rupturas en los genes, dando una disposición importante para la formación de enfermedades malignas”, señaló el doctor Luis Solís Anaya.
“Como padres de familia hay que enseñar a nuestros hijos a practicar ejercicio diariamente y a vivir con buenos hábitos alimenticios. Enseñarles que la obesidad es una enfermedad que ahora no sólo nos lleva a enfermedades crónicodegenerativas, sino también a padecer cáncer”.
Al respecto, la directora de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer, Mayra Galindo Leal, señaló que es importante que de manera inmediata se difundan los estudios que se están realizando para que la población conozca las consecuencias del sedentarismo y la mala alimentación.
Porque entre más casos de obesidad, dijo, más casos de cáncer se registrarán.
“Necesitamos hacer un llamado de atención porque hoy se sabe que la obesidad va muy de la mano con enfermedades que son las tres principales causas de muerte en México, reduciendo todavía más la esperanza de vida de los ciudadanos, finaliza la publicación.
Es absolutamente cierto y correcto que, la otra parte fundamental que complementa la alimentación equilibrada como una medida preventiva principal, es el combate de la vida sedentaria, caminar, involucrarnos y participar más en las prácticas deportivas, en la realización de ejercicio físico cotidianamente, que es una efectiva herramienta para mantener el peso y las buenas condiciones, ayudando a procesar el consumo de calorías, enfatizó el presidente y vocero de la Fundación Torres-Picón, al compartir este serio alerta de diferentes expertos mexicanos. GF/EDC