Investigadores del Grupo de Metástasis Cerebral del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), dirigidos por Manuel Valiente, han descubierto que un compuesto derivado del cardo mariano, la silibinina, puede disminuir significativamente las metástasis cerebrales que se producen cuando un cáncer se extiende al cerebro, y que hasta ahora son muy difíciles de tratar.
Se recuerda que que hace tiempo que el equipo de Valiente estudiaba el papel que desempeña el microambiente del cáncer, es decir, el contexto celular en el entorno del tumor, y sabían que cuando se produce una metástasis en el cerebro el ambiente de este órgano se altera y algunas de las células cercanas al cáncer se modifican, como ocurre con ciertas subpoblaciones de astrocitos, que adquieren un estado reactivo.
En el 75% de los pacientes con cáncer de pulmón y metástasis cerebral en los que se probó la silibinina, se redujeron las metástasis y en nueva investigación, que se ha publicado en Nature Medicine, estos científicos observaron que en una parte de estos astrocitos reactivos se activa STAT3, una vía de señalización clave para facilitar el desarrollo del cáncer y crear un ambiente prometastásico.
Probaron entonces diferentes métodos para intentar bloquear esta vía, y en modelos animales lo consiguieron con ingeniería genética.
La silibinina, un nutracéutico antitumoral natural y seguro
Decidieron comprobar si esto también era posible utilizando fármacos, y utilizaron una plataforma de evaluación simultánea de compuestos para testar la eficacia de la silibinina en este caso, ya que se trata de un compuesto que ya había demostrado un potencial antitumoral.
Los resultados fueron positivos en el laboratorio, por lo que los autores del trabajo lograron que se autorizara su uso compasivo (cuando el medicamento se encuentra todavía en investigación) en 18 pacientes con cáncer de pulmón que tenían metástasis en el cerebro.
Los resultados del estudio mostraron que en el 75% de estos pacientes se produjo una reducción significativa de las metástasis –en el 20% (tres de ellos) la respuesta fue total, y en el 55% (otros 10) se logró una respuesta parcial–, y la supervivencia media de los que recibieron el tratamiento fue de 15,5 meses, frente a cuatro en aquellos que actuaron como grupo de control.
Asimismo, la silibinina, que se administra por vía oral en forma de nutracéutico, no provocó efectos secundarios adversos.
Manuel Valiente explicó que la investigación se encuentra todavía en una fase muy preliminar, pero que este compuesto tiene un gran potencial y puede llegar a convertirse en una opción terapéutica efectiva y segura para frenar las metástasis en el cerebro, con independencia del tipo de tumor primario que las haya generado, aunque el experto lamenta que su equipo no haya logrado todavía la financiación que necesitan para continuar trabajando en ello.