SAN LUIS. Las lágrimas volvieron a empapar las mejillas de Alex Reyes la semana pasada. Tras salir de la oficina de otro médico ortopédico, el serpentinero lloró por tenerse que operar de nuevo y dar por perdida otra temporada, reporta Joe Trezza en lasmayores.com.
A la vez, Reyes tenía presente la salud de otra persona, como ha sido el caso durante casi toda su carrera como ligamayorista. En sus primeros comentarios públicos desde que fue operado la semana pasada para volver a unir un tendón en un músculo lateral, Reyes reveló que su pequeña hija Aleyka sufre de cáncer.
“Si mi hija lucha por su vida, yo puedo luchar por mi carrera. Eso es lo que he tenido en la mente”, dijo el monticular.
Reyes indicó que a los cinco meses de edad, su hija fue diagnosticada con neuroblastoma, un cáncer poco común que se forma en ciertas neuronas de los bebés. Los de Aleyka se encuentran en el corazón. Su recuperación - palpable pero no completa - ha coincidido con la cirugía de Tommy John de Reyes y ahora el desgarre muscular.
Reyes afirmó que los tumores de Alekya se están reduciendo.
“Ha sido un camino largo para los dos”, dijo Reyes.
Aleyka, quien cumplirá dos años de edad el próximo mes, nació en el 2016, dos meses antes de que Reyes hiciera su electrizante debut de Grandes Ligas. Fue diagnosticada con cáncer par de meses antes de que su padre sufriera el desgarre en el codo derecho la siguiente primavera.
Como hizo el año pasado, Reyes estará con el equipo durante su rehabilitación. Los médicos esperan que pueda volver a tirar desde un montículo a fin de año.
“Es malísimo. Eso dije cuando me tocó [la cirugía] Tommy John y esto probablemente sea un poco más difícil”, expresó Reyes. “Sea lo que sea que se me presente en mi carrera, lo voy a enfrentar y voy a tratar de volver al 100 por ciento, pase lo que pase. Con suerte estaré en el clubhouse la próxima temporada y todo esto quedará atrás”.