¡Sí! siempre se puede mejorar la vida sexual; aun cuando se viva plenamente, la idea es no dejarse sorprender por la rutina o el aburrimiento. Pequeños cambios pueden lograr grandes transformaciones. Te comento solo algunos a continuación:
RE-CONOCE TU CUERPO
Has vivido con tu piel mucho tiempo, pero ¿realmente conoces sus rincones? ¿Sus lugares más preciados? En la medida que pasa el tiempo, el cuerpo puede experimentar cambios físicos y nada más divertido que mantenerse actualizado sobre cuáles son los lugares y estimulaciones que más te hacen disfrutar. Mastúrbate sin vergüenza, sin culpa. Recuerda que esto no es sólo práctica de adolescentes y personas sin pareja. Cualquiera puede disfrutar de su propio cuerpo, basta las manos (o un juguete erótico), el tiempo y la imaginación.
RECONOCE QUÉ TE EXCITA
No solo hablo de caricias, de tu pareja o de alguien en especial; sino también de cuáles son esos estímulos que activan y recrean tus fantasías, por ejemplo: películas sexualmente explícitas o lo que active tu deseo. Darse cuenta que hay otros elementos que te animan a disfrutar más es, abrirle la puerta a ampliar tu repertorio erótico.
TEN RELACIONES SEXUALES
A veces no hay ganas… ni tiempo. Pero, pensar y tener espacio para el sexo, genera más sexo, más deseo y más felicidad. Es una cadena de buenos acontecimientos. Si tu pareja quiere jugar, ¡dale la oportunidad!
PRUEBA OTRAS FORMAS DE DISFRUTE
El placer no tiene que estar amarrado a la penetración. Incorporar juguetes eróticos, probar una sesión de masajes, nuevos lugares, darle más tiempo a las caricias, son algunas opciones posibles e igualmente gratificantes.
Sugerencias para mejorar la vida sexual Por Michela Guarente | 12 Mayo, 2017 | En la intimidad
¡Sí! siempre se puede mejorar la vida sexual; aun cuando se viva plenamente, la idea es no dejarse sorprender por la rutina o el aburrimiento.
HAY MUCHOS FACTORES PARA AYUDAR A MEJORAR LA VIDA SEXUAL
Pequeños cambios pueden lograr grandes transformaciones. Te comento solo algunos a continuación:
RE-CONOCE TU CUERPO
Has vivido con tu piel mucho tiempo, pero ¿realmente conoces sus rincones? ¿Sus lugares más preciados? En la medida que pasa el tiempo, el cuerpo puede experimentar cambios físicos y nada más divertido que mantenerse actualizado sobre cuáles son los lugares y estimulaciones que más te hacen disfrutar. Mastúrbate sin vergüenza, sin culpa. Recuerda que esto no es sólo práctica de adolescentes y personas sin pareja. Cualquiera puede disfrutar de su propio cuerpo, basta las manos (o un juguete erótico), el tiempo y la imaginación.
RECONOCE QUÉ TE EXCITA
No solo hablo de caricias, de tu pareja o de alguien en especial; sino también de cuáles son esos estímulos que activan y recrean tus fantasías, por ejemplo: películas sexualmente explícitas o lo que active tu deseo. Darse cuenta que hay otros elementos que te animan a disfrutar más es, abrirle la puerta a ampliar tu repertorio erótico.
TEN RELACIONES SEXUALES
A veces no hay ganas… ni tiempo. Pero, pensar y tener espacio para el sexo, genera más sexo, más deseo y más felicidad. Es una cadena de buenos acontecimientos. Si tu pareja quiere jugar, ¡dale la oportunidad!
PRUEBA OTRAS FORMAS DE DISFRUTE
El placer no tiene que estar amarrado a la penetración. Incorporar juguetes eróticos, probar una sesión de masajes, nuevos lugares, darle más tiempo a las caricias, son algunas opciones posibles e igualmente gratificantes.
EJERCÍTATE
Mover el cuerpo, bailar, hacer yoga o la actividad física que más te guste dará sus frutos en la intimidad, brindándote más agilidad en los movimientos y más resistencia. ¡Deja a un lado la pereza!
CUIDA TU ENTORNO
Mantén tu habitación como un lugar para el amor, la comunicación y el sexo. Que sea agradable y que provoque estar allí. Dale color con sábanas o almohadas, aromas que te gusten; en fin, conviértelo en tu lugar favorito.
COMUNICA TUS DESEOS
Exprésale a tu pareja tus gustos, recuérdale con palabras o actos cuál es tu posición sexual favorita o la caricia que más te excita. La asertividad sexual, ayudará a la intimidad.
Fuente: emedemujer