Así como tenemos diferencias en nuestro aspecto exterior, diferente color de pelo, nariz o diferentes tamaños, también tenemos diferencias individuales en el interior.
Riñones, intestinos y corazón varían en tamaño y peso. Y esas diferencias pueden resultar siendo muy beneficiosas.
La individualidad de nuestros organismos
Las diferencias internas son tan grandes como las externas, tanto en forma como en tamaño y hasta en una variedad de colores.
Pero como dice la patóloga y profesora Inge Morild, esas diferencias pueden ser muy buenas, por ejemplo, un hígado grande puede ayudar a salvar más de una vida.
Si bien como todos sabemos el cuerpo humano tiende siempre a tener la misma distribución para los órganos, desde el nacimiento nuestro interior difiere de las demás personas.
Variaciones entre cuerpos y tamaños
A pesar de que no hayamos pensando en esas diferencias, es lógico que sucedan si entendemos que al crecer una persona pesará puede llegar a pesar 60 kilos y otra 120.
Esa diferencia en el exterior también se verá en el interior, ya que sus órganos crecerán acorde a su peso correspondiente.
El adulto de 120 kg tendrá un corazón con el doble de tamaño que la persona más pequeña. Y así como el corazón varios de nuestros órganos se adaptan al tamaño de nuestro cuerpo.
Un órgano similar en nuestro interior
Si bien como dijimos es normal que los órganos varíen, hay un órgano que tiende a ser el más parecido entre todos los humanos.
¿Imaginas cuál? El cerebro.
Si bien el cerebro femenino tiende a ser más pequeño que el masculino, las condiciones dentro del cerebro son idénticas.
El cerebro masculino tiende a pesar 1.450 gramos en promedio, mientras que el femenino pesa 1.300 gramos.
Sin embargo tienden a ser del mismo color y tener menos diferencias que el resto de los órganos.
Los colores de los órganos y un mito que no es real
Día a día cuando dibujamos corazones o pensamos en el corazón humano, lo asociamos al color rojo, más que nada por la sangre que bombea y hace circular por el cuerpo.
Sin embargo, nuestros corazones en realidad son marrones. O podría decirse que marrones y amarillos, porque el músculo cardíaco está envuelto de tejido graso.
Las personas con sobrepeso tienden a tener un corazón más amarillento que aquellos de deportistas o personas más activas.
Si hablamos de los pulmones, tienden a ser de un color rosa cuando nacemos y a medida que envejecemos el color varía a causa de la contaminación a la que nos exponemos. Es por eso que pueden verse luego con rayas negras o puntos, o completamente negros.
El corazón y su capacidad de expansión
Sabemos que nuestros músculos crecen con ejercicio y entrenamiento, y lo mismo sucede con el corazón que puede crecer si hacemos ejercicio de forma extensa.
Durante la actividad física el corazón tiene que bombear sangre más rápido por el cuerpo. Puede bombear aproximadamente 25 litros por minuto, en vez de los 5 litros normales por minuto cuando no estamos haciendo ejercicio.
Cuando hacemos que el corazón trabaje a estos niveles de forma prolongada, tiende a crecer y expandir su capacidad.
Si bien las drogas y el alcohol también tienden a agrandar el corazón a largo plazo, lo debilitan.
Después de la muerte
Después de la muerte, las diferencias internas de los órganos siguen teniendo mucha importancia.
En el caso de los trasplantes, el tamaño y qué tan bien ha sido tratado el órgano, es fundamental.
Además, los expertos tienden a usar órganos que sean lo más similares en tamaño posibles que aquellos que necesitan el reemplazo.
Aunque el corazón es capaz de adaptarse a diferentes cuerpos y aumentar o disminuir su tamaño.
Y un hígado lo suficientemente grande puede ser dividido para trasplantar a dos personas.
Pero antes de llegar a la muerte, los científicos sostienen que una persona es capaz de sobrevivir con un solo riñón, un solo pulmón, uno de los dos lóbulos del hígado y solo partes del páncreas y de los intestinos.
Además el hígado, a diferencia de los demás tiene la capacidad de volver a crecer casi completamente.
Si bien todavía no se ha podido comprender del todo cómo los órganos funcionan juntos, los científicos sostienen que en muchas medidas el tamaño y la apariencia de nuestro órganos internos y el efecto que tienen entre sí, probablemente sean mucho más importantes de lo que conocemos.
Así que ya sabes, no siempre tendemos a pensar en nuestro cuerpo interior, pero sus características son mucho más importantes para nuestra vida de lo que pensábamos. ¿Lo sabías?