¿Hamburguesas y papas fritas? No. Una famosa nutricionista británica advirtió que muchos de los productos que consumimos como sanos en realidad no lo son.
Hay muchos alimentos que parecen saludables pero en realidad no aportan nutrientes pero sí muchas calorías.
Cualquier persona diría que las grasas y las harinas no son saludables pero, ¿qué hay de una sopa o un jugo frutal?
Helen Bond, una de las nutricionistas más importantes de Reino Unido, advirtió que muchos de los alimentos que consumimos como sanos en realidad no lo son.
"Mientras que la sopa puede parecer una opción saludable, muchas variedades están llenas de sal, un enemigo para la presión arterial. Y los batidos contienen altísimos niveles de azúcares naturales y en general, sin la fibra de la fruta que se excluye dentro del proceso de prensado. Incluso el pochoclo, considerado como un aperitivo bajo en grasa, puede ser untado con manteca y azúcar, es decir, con una gran cantidad de calorías", explicó la especialista.
Según explicó en una entrevista con DailyMail , estos son los alimentos que deberíamos evitar:
1. SÁNDWICHES EN EL DESAYUNO: Este tipo de alimento contiene entre 600 y 700 calorías, cuando la primera comida del día no debería sobrepasar las 450. Además, esta opción sola es incompleta, deberíamos incluir algo de fruta y fibra por las mañanas.
"Normalmente están hechos en pan blanco, por lo que están carentes de fibra. Contienen elementos procesados como embutidos con alto contenido de grasas saturadas".
Un estudio reciente afirmó que las personas que consumen más carne procesada (160 gramos o más por día, equivalente de tres salchichas) tienen un 44 % más de probabilidades de morir que aquellos que comen menos (20 gramos o menos un día, o sea, una lonja de panceta).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió una fuerte vinculación entre la carne procesada y el cáncer de intestino. También, los alimentos con alto contenido de sal se asociaron con el cáncer de estómago.
A su vez, si se le agrega manteca, margarina o mayonesa se eleva aún más el contenido de grasa, lo que aumenta el colesterol malo en nuestro cuerpo.
2. SOPAS: Este plato ideal para quitarnos el hambre voraz en invierno puede ser negativo para nuestro organismo cuando se compra preparado. El motivo es que los sobrecitos o cubitos de caldo contienen una gran cantidad de sal, nociva para nuestra presión arterial.
Según la especialista, una persona -en promedio- consume 7,2 g de sal al día cuando debe estar por debajo de 6 g.
"Las sopas artificiales contienen aditivos y conservantes para darle su color. Es por eso que hay que elegirlas con cuidado. Claro que hay algunas que han trabajado para reducir su contenido de sodio y azúcar, pero hay que leer las etiquetas", alerta Bond.
3. JUGOS DE FRUTAS: ¿Licuados naturales? No, hablamos de los jugos comprados en las grandes cadenas de cafeterías. Esos que tienen un sabor especial que jamás lograremos en casa.
Los jugos de fruta comprados tienen fama de naturales y saludables, pero esconden grandes cantidades de azúcar y aportan muchas calorías.
â??A muchos batidos se les agrega jarabe, yogurt entero, leche condensada e incluso chocolateâ?, explica la nutricionista.
Además, explica que no contienen la fibra de la fruta y en muchos casos tampoco sus aportes vitamínicos â??ya que están hechas a base de colorantes y saborizantes- y son menos propensos a generar saciedad.
4. PAN BLANCO, PASTA Y ARROZ: El problema de estos alimentos es que, en el proceso de industrialización, fueron despojados de su cáscara de salvado y el germen interior. Los cereales más blancos proporcionan hasta un 75% menos de nutrientes como la vitamina E y el selenio, presentes en su forma integral.
Estos alimentos también poseen un alto índice glucémico (IG) que es una forma de clasificación de alimentos ricos en carbohidratos en base a la rapidez con que aumentan los niveles de azúcar en la sangre.
Por eso, Bond recomienda el reemplazo por opciones integrales como: pan integral, arroz integral, quinoa, trigo burgol, pasta integral y cereales por avena. Estos son los que más fibra aportan al organismo.
"Además tienen un valor bajo de índice glucémico que significa que son más lentos para entrar en el torrente sanguíneo, lo que resulta un aumento estable de azúcar en sangre y en los niveles de energía", explica la nutricionista.
5. POCHOCLO: Es verdad que este gran compañero de películas está hecho de maíz, pero muchas veces los que compramos en la vía pública están cubiertos de manteca y azúcar.
"El pochoclo es un cereal integral por lo que puede ser un aperitivo bajo en grasa. El problema empieza cuando se agregan cosas porque son calorías vacías a la dieta", amplía la experta.
6. CHOCOLATE BLANCO: Cuanto mayor sea el porcentaje de cacao en este producto, mayor será su contenido de flavonoides (compuestos antioxidantes que protegen a las células del daño). Y el chocolate blanco no posee cacao sólido.
Hay una gran diferencia nutricional entre el chocolate blanco, el con leche y el negro. "Esto significa que el chocolate negro tiene un mínimo de 70 % de cacao sólido, o sea, el doble de antioxidantes que otros chocolates con leche. Sin embargo el blanco, no contiene ninguno", explica Bond.
En reemplazo del cacao, contiene manteca de cacao, lo que lo hace más suave y cremoso. Pero también más calórico y grasoso.
7. GASEOSAS: Esta no es ninguna sorpresa, son deliciosas pero nocivas para nuestra salud. Una lata de 330 ml de bebida cola contiene siete cucharaditas de azúcar. ¿Cuántas le pones a una taza de café?
"El consumo regular puede ser el culpable de la cintura en forma de globo, especialmente en los niños. El sobrepeso aumenta el riesgo de problemas graves de salud como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y el accidente cerebrovascular", alerta la experta, y este es un tema que realmente preocupa.
Como este tipo de bebidas son las más difíciles de eliminar en los hogares, porque ya se convirtieron en parte de un hábito, la especialista compartió una receta casera: "Si usted necesita un poco de sabor, mejor agregar un chorrito de menta o limón o jugo de limón, o una ramita o probar los tés de hierbas que añaden sabor sin azúcar".
Siempre es fundamental consultar a un médico, hay personas que no pueden consumir cereales integrales o avena porque tienen un problema de salud.
Fuente: Rumbos Digital