Dentro de la práctica veterinaria es común que muchos de nuestros pacientes lleguen a nuestras clínicas con problemas dermatológicos.
El motivo de este artículo es sensibilizar a los propietarios al abordaje adecuado que debemos darle a los pacientes con afecciones de este tipo, que en innumerables ocasiones son subestimadas y que terminan siendo una pesadilla constante al no encontrar una solución definitiva a los problemas dermatológicos de su mascota.
Idealmente la mayoría de la información que nos ayudará a llegar a un diagnóstico definitivo y tratamientos adecuados deberá obtenerse en la primera consulta, en donde es fundamental establecer comunicación estrecha con el propietario.
Primero, es muy importante indicarle que independientemente del tratamiento, éste se siga al pie de la letra y sea constante. La participación activa y la paciencia del propietario serán puestos a prueba y, por consiguiente, deberán estar conscientes de que los resultados no serán visibles a corto plazo además de que su colaboración será determinante para la evolución del perro o gato.
La historia clínica detallada y el examen físico exhaustivo son sumamente importantes, ya que a menudo representan nuestra única herramienta para establecer diferenciales.
El propietario generalmente se muestra renuente a realizar pruebas diagnósticas elementales, por lo tanto es nuestra responsabilidad como clínicos darle la fuerza necesaria a nuestra argumentación. La citología y el raspado cutáneo deben ser los primeros en realizarse para descartar o confirmar los posibles diagnósticos diferenciales. Habrá que plantear claramente la posibilidad de realizar otras pruebas más específicas, ya que los problemas dermatológicos pueden tener una causa subyacente que involucre otros órganos y sistemas.
Es común que una vez que se observa mejoría se abandone el tratamiento o no se acuda a las revisiones de seguimiento. El monitoreo nos dará información útil acerca de la eficacia de la terapia y fuera necesario hacer ajustes a la misma.
Finalmente, es necesario exhortar al propietario a no instaurar una terapia por cuenta propia. Con la creciente oleada de información disponible a través de diferentes medios promueve el uso de prácticas sin fundamentos basadas en creencias populares y representan probablemente el mayor de los obstáculos para el tratamiento exitoso del paciente.