Los padres son incapaces de reconocer si sus hijos tienen sobrepeso

La obesidad infantil es un de los problemas más graves de la salud pública en todo el mundo. De hecho, se calcula que hay 43 millones de niños menores de cinco años obesos.

Un estudio dirigido por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y el Instituto de Salud Infantil de la 'University College London', en Reino Unido, muestra que los padres de niños obesos son incapaces de reconocer que su hijo tiene sobrepeso, a menos que se encuentre en niveles muy extremos de obesidad, lo que lleva a cuestionar la efectividad de las medidas actuales de salud pública para luchar contra la obesidad en el hogar.

La investigación publicada por la revista 'British Journal of General Practice', vio, además, que los padres son más propensos a subestimar el peso de sus hijos si son negros o del sur de Asia frente a los blancos, de ambientes más desfavorecidos o si sus hijos son hombres.

Identificar las brechas entre las percepciones de los padres, las directrices oficiales y las variaciones observadas en diferentes grupos demográficos puede ayudar a evaluar cómo de eficaces serán las intervenciones de salud pública para la obesidad en los niños de diferentes grupos de la población.

De 369 niños, solo 4 padres reconocieron la obesidad

Los padres de 2.976 niños respondieron a un cuestionario, cuyas respuestas mostraron que el 31% (915 padres) subestimaba el peso de su hijo, ubicado claramente dentro de los índices de obesidad, que clasifican a los niños en las categorías de sobrepeso, exceso de peso, peso saludable o bajo peso.

Solo 4 padres dijeron que sus hijos eran muy obesos, a pesar de que 369 niños fueron identificados oficialmente como con mucho sobrepeso. Según las directrices oficiales, los niños son clasificados con sobrepeso cuando están en el percentil 85 y mucho sobrepeso (u obesidad) en el percentil 95.

El equipo calcula que para un niño con un índice de masa corporal (IMC) en el percentil 98 hubo un 80% de probabilidades de que el padre lo ubicara en el grupo de peso saludable, y que era más probable que los padres clasificaran a su hijo con sobrepeso cuando el niño tenía un IMC superior al percentil 99.7.

Para Sanjay Kinra, autor principal del estudio, profesor de Epidemiología Clínica en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y coinvestigador principal del ensayo PROMISE, señala: "Si los padres no son capaces de clasificar con precisión el peso de su propio hijo, puede que no estén dispuestos o motivados a promulgar los cambios en el entorno del niño que promueven el mantenimiento del peso saludable".

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