APUNTE.COM.DO, SANTO DOMINGO. -La frase “No venga a rogarme, que ya es tarde para ti” ha pasado de ser una simple expresión de disgusto a convertirse en un reflejo de un fenómeno emocional creciente: el agotamiento afectivo. Especialistas explican que cuando una persona expresa estas palabras, generalmente ya ha llegado al límite emocional después de un largo periodo de frustración o decepciones repetidas.
La psicóloga clínica Dra. Mariela Gómez señala que esta frase funciona como una barrera psicológica:
“Cuando alguien dice ‘ya es demasiado tarde’, está protegiendo su integridad emocional. Es una señal de que la confianza y la paciencia ya se agotaron.”
Consecuencias en la salud
El agotamiento emocional no solo afecta el estado de ánimo. La Organización Mundial de la Salud advierte que puede provocar insomnio, ansiedad, irritabilidad, dolores musculares, fatiga crónica y dificultades para concentrarse.
El psiquiatra Dr. Julio Herrera explica que:
“El cuerpo responde al desgaste emocional como si fuera un peligro real. Se activa el estrés, aumenta el cortisol y comienza a afectarse la salud física.”
Un cierre emocional definitivo
Para la terapeuta familiar Lic. Nereyda Holguín, pronunciar esta frase es señal de que la persona ya no busca negociar ni reparar la relación:
“Es un cierre emocional. No es rabia: es agotamiento. Cuando se dice, es porque el proceso emocional terminó hace tiempo.”
Comentario de Ramiro Estrella
El director de Apunte.com.do, Ramiro Estrella, reflexiona que estas situaciones suelen tener un trasfondo más profundo:
“La gente oye la frase, pero no entiende el camino que llevó a ella. Cuando alguien dice ‘ya es demasiado tarde’, es porque vivió una historia de heridas que nadie vio.”
Estrella advierte que el tema debe ser tomado con seriedad, porque el deterioro emocional puede afectar el trabajo, la convivencia familiar y la salud general.
Cuidar la salud emocional
Expertos recomiendan identificar vínculos que causan daño, evitar normalizar el sufrimiento y buscar apoyo profesional cuando las emociones se vuelven difíciles de manejar. Establecer límites es fundamental para evitar recaídas emocionales.
Cuando una persona finalmente decide decir “ya es demasiado tarde”, casi siempre significa que la batalla emocional terminó mucho antes de pronunciar la frase.