Es muy común que le demos al perro las sobras del almuerzo o que, cuando nadie está mirando, compartamos un poco del snack que estamos disfrutando.
Puede ser que tu can esté feliz al principio, pero puedes estar dañándole.
¿Sabías que muchos alimentos humanas son tóxicos para los perros? Si quieres ser un dueño responsable de mascotas, nunca le des ninguno de los siguientes alimentos a tu perro.
7. Palta o aguacate
Una ensalada con palta o aguacate puede ser deliciosa para nosotros, pero si se lo das a tu perro:prácticamente lo estás envenenando. La palta contiene un elemento llamado persin, que es tóxico para los perros, provocando vomito y diarrea. En los humanos no tiene efectos negativos.
6. Lácteos
Queso, yogur o leche. Estos alimentos que creemos muy sanos, causan indigestión en los perros, ya que los canes son intolerantes a la lactosa. Los cachorros solo pueden beber leche que les da su madre, no intentes suplementar con leche de vaca, la indigestión en cachorritos puede ser grave.
5. Nueces de macadamia
Este fruto seco es un nutritivo snack, pero en perros se transforma en veneno, tan solo 2,2 gramos ya les dañan fuertemente. Si bien no se sabe porqué, se recomienda esconderlas de tu perro y si llegan a consumirlas mirarlo buscando señales de intoxicación, las que indican que debes llevarle al veterinario de urgencia.
Estos exquisitos frutos pueden dañar los riñones de tu perro, ya que les resultan tóxicos. Asimismo, al tragar una uva entera, tu perro puede atragantarse.
Nuestro alimento favorito puede resultar atractivo para los perros, pero si eres responsable, nunca le des chocolate a tu perro. El chocolate posee teobromina, un elemento tóxico para los perros, que les puede provocar desde vomito a convulsiones, incluso la muerte.
No sé si a alguien se le pasaría por la cabeza darle sal pura a un perro, pero hasta los alimentos con bastante sal, como por ejemplo papas fritas, son extremadamente peligrosos para su salud. La sal hace que los perros se deshidraten, sufran de indigestión, daños en órganos y si la comen con frecuencia, la muerte.
Si te gustan las comidas condimentadas con ajo, no se te ocurra compartir los restos con tu perro, ya que provoca daño en los sus glóbulos rojos, lo que puede llevar a trastornos graves.
Lo mejor es alimentar a tu perro con comida formulada especialmente para ellos y, guardar los restos de la cena para calentarlos al otro día, tu perro te lo agradecerá, aunque se note y, como buen amo, lo estarás cuidando.