Si eres de esas personas a las que les cuesta hacer la digestión, estarás temiendo todas las comidas y cenas que se multiplican durante las navidades, celebraciones familiares y profesionales a las que no puedes faltar, pero deja el miedo, que con estos ejercicios podrás tener un proceso normal de digestión.
El estrés, el alcohol, el no poder parar a disfrutar de una comida de forma relajada y masticar cada bocado el tiempo necesario para digerirlo correctamente; el tener que comer mientras trabajas y comes, el tiempo siempre escaso para cocinar como se hacía antes y el hacernos dependientes de las comidas preparadas que contienen muchos ingredientes extraños y que de hecho nunca tendrías en tu despensa, así como la falta de ejercicio, hacen que cada vez haya más gente que sufre de digestiones pesadas.
En el caso de que sea este tu caso, te presentamos una serie de ejercicios basados en el yoga que ayudan a aliviar y relajar los problemas digestivos causados fundamentalmente por los gases y los reflujos de ácidos que crean esa sensación tan desagradable.
Si realizas estos movimientos, posturas y ejercicios durante un cuarto de hora al día, te ayudaran a mejorar el tránsito intestinal y aliviar estos síntomas.
1. Rodillas al pecho
Sentado en el suelo, realiza una serie de respiraciones profundas para preparar y relajar el cuerpo. Después exhala y abraza las rodillas juntándolas todo lo que puedas al pecho.
Mantén la posición de 5 a 10 respiraciones lentas y profundas. Repite el movimiento al menos 3 veces. Si te cuesta puedes hacerlo con una rodilla solo y dejar la otra extendida.
Esta postura te ayuda a sentir alivio de hinchazones y molestias provocadas por los gases.
2. Giro de la cadera
Esta posición ayuda a tonificar los oblicuos y el abdomen.
Tumbado boca arriba y con los brazos en cruz apoyados a los lados del cuerpo, haz una respiración profunda, encoge las piernas y deja inclinar las piernas hacia un costado, mientras expulsas el aire. Mantén la posición durante 5 respiraciones y luego repite el ejercicio hacia el lado contrario.
Tumbado boca arriba con los pies apoyados en el suelo y los brazos extendidos a los lados del cuerpo, eleva los glúteos tratando de que el cuerpo quede los más recto y estirado posible, como una tabla.
Esta postura ayuda a mejorar el flujo sanguíneo y por tanto la digestión.
Sentado en el suelo, entrelaza una pierna por encima de la otra y apoya el codo del brazo contrario para ayudar a forzar la posición. Mantén la posición durante el tiempo equivalente a realizar unas 5 respiraciones.
5. Flexión hacia adelante
Este simple estiramiento ayuda a relajarse y aliviar la tensión que puede afectar a la digestión.
Sentado en el suelo con las piernas juntas intenta flexionar el tronco para llegar lo más cerca posible de ellas. Aguanta la posición 5 respiraciones profundas pero manteniéndote cómodo.
6. Sentado sobre las piernas
Esta postura es muy buena cuando has comido demasiado. Se estira el vientre y alivia la pesadez del estómago.
Sentado sobre los talones, inclínese ligeramente hacia atrás, colocando las palmas de las manos unos 10 centímetros detrás de usted, con los dedos apuntando hacia atrás. Apoyándote en las manos levante ligeramente el pecho y arquea la espalda. Eche la cabeza hacia atrás, debes sentir que estiras todo el tórax. Mantén la posición durante cinco respiraciones.
7. El gato y la vaca
Este ejercicio debe realizarse cambiando de una a otra postura unas cuantas veces.
De rodillas con las manos en el suelo, y manteniendo la espalda recta, haz una respiración. Expulsa el aire, deja caer ligeramente la cabeza y arquea la espalda para asimilar la postura de un gato asustado. Después arquea la espalda hacia abajo al tiempo que sube la cabeza. Repetir varias veces.
Esta postura ayuda a relajar todo el cuerpo y el tránsito intestinal también. Sentado sobre las piernas y los talones, dobla el cuerpo hacia delante tratando de pegar la cabeza a las rodillas, manteniendo la espalda recta y estirando los brazos al mismo tiempo lo más lejos que puedas.
9. El puente invertido
Con los pies a la altura de las caderas y manteniendo la espalda recta intenta bajar hasta colocar las palmas en el suelo e intenta presionar el suelo con las palmas.
Sostén la posición durante cinco respiraciones. Si no puede mantener esa postura, coloca los pies más atrás, y dobla las rodillas para que sea más fácil mantener la espalda recta.
10. Triángulo
Esta postura ayuda a tonificar el vientre. De pie, echa una pierna un paso hacia atrás. Extiende los brazos y gira el tronco hacia un lado, tratando de tocar el suelo con la mano que más cerca quede de este y la otra extendiéndola hacia arriba.
Luego cambia la postura hacia el otro lado. Mantén la postura 5 respiraciones. Si no puedes tocar el suelo con la mano hazlo a la rodilla o lo más abajo que puedas.
Fuente: El confidencial