Dejar una relación puede ser extremadamente difícil, la duda más frecuente es la de “¿y si me arrepiento?” y semanas después de la ruptura aún podemos pensar que nos hemos equivocado. Por supuesto, es posible que romper fuera un error y que volver con tu ex sea una estupenda idea, pero antes echa un vistazo por si te sientes identificad@.
Hay una o varias razones por las que has dejado la relación, en los últimos momentos no querías permanecer en ella. Quizás ahora te acuerdes de lo bueno o incluso si sigues viendo a tu ex detectes esa chispa que los hizo empezar a estar juntos, pero es la misma persona que antes y tú también. Así que ¿por qué razón no ibas a volver a tener los mismos problemas?
Esto tiene que ver con el punto anterior, pero sobre todo está dirigido a las personas que dejaron la relación porque su ex era una persona que solo les hacía daño. Después de la ruptura es muy probable que se haya mostrado especialmente amable, cariños@ y haya prometido que todo cambiará: no volverá a gritarte, a controlarte, a ponerte los cuernos, etc. ¿Ha sido el miedo al perderte el que ha provocado que se active el respeto hacia ti?
Tus amig@s te dicen que no lo hagas.
Tus amistades han escuchado durante mucho tiempo todas las cosas que no te gustaban de la relación y de tu ex, es probable que incluso sean tus amig@s los que te animaron a dejarlo y ahora te han apoyado durante la ruptura. Cuando les hablas de volver con tu ex te piden que no lo hagas, porque han visto lo que has pasado, te quieren y no quieren volver a verte así. Ellos lo ven de forma objetiva y tú no.
Tus necesidades no han cambiado.
Dejaste la relación porque necesitabas libertad, afecto, comunicación, sexo… En definitiva, algo que tu pareja no te daba y tú considerabas esencial para tu felicidad. Resulta que ahora estás pensando que esa necesidad igual no era tal y podías vivir perfectamente sin ella. ¿Seguro? Si en aquel momento echaste de menos ese rasgo de tu pareja, ¿crees que no va a volver a ocurrir?
No estás en el mejor momento para decidir.
Aunque hayas sido tú quién lo haya dejado, una ruptura nunca es fácil. Si además llevabais tiempo o incluso vivíais juntos, el adaptarse a la nueva forma de vida sin tu expareja puede llevar algunas semanas. Hay momentos del día que te cuesta más, sobre todo si estás sol@ o en alguna circunstancia que crees que disfrutarías más en pareja. En esos momentos de alta sensibilidad es cuando piensas en volver. Piensa fríamente: ¿crees que puedes tomar una decisión así con tanta carga emocional? Date tiempo.
Dudas por celos.
Resulta que tú estabas muy bien sin tu expareja hasta que te enteraste de que estaba conociendo a otra persona. Esperabas que después de la ruptura te guardase el luto al menos hasta que tu encontrases a alguien más, ¿no? Eso no siempre funciona así. No confundas los celos con el amor porque no tienen nada que ver, lo que tu sientes es posesividad y en cuanto vuelvas con tu ex se pasará esa necesidad de recuperarle.
No tenéis el mismo proyecto de futuro.
Uno soñaba con una gran boda y el otro huía de las celebraciones, uno no quería niños y el otro podía oír su reloj biológico, uno quería comprarse un piso en el barrio y otro mudarse a vivir al amazonas. Vuestros proyectos de vida eran incompatibles y esa es la razón por la que tuvisteis que romper, el problema es que os seguís queriendo y ahora estás pensando en que quizás tu proyecto de vida no es tan importante para ti… o en que quizás puedes convencer a tu ex con el tiempo…
El sexo sigue siendo igual.
Es posible que el sexo fuese lo único que os mantenía unidos, a pesar de todas vuestras diferencias el sexo era espectacular. También puede ser que justo en esa área fuese donde fallarais. OK, si volvéis, el sexo será igual de bueno o de malo, tendrás que aprender a separarlo de los otros aspectos de la relación y decidir a partir de ahí si quieres volver con esa persona.
