De acuerdo a la doctora Giselle Escaño lo recomendable son (8 vasos diario para los adultos) y uno y medio (5 ó 6 vasos) para los niños
La hidratación diaria es fundamental para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Para un adulto sano una deshidratación del 2,8% del peso corporal por exposición al calor o tras un ejercicio fuerte, conlleva una disminución de la concentración, del rendimiento físico, de la memoria a corto plazo, un aumento del cansancio, dolores de cabeza, así como reducción del tiempo de respuesta.
De acuerdo a la doctora Giselle Escaño, el agua interviene en todos los procesos de la vida del individuo que se llevan a cabo en el organismo.
“Aproximadamente del 60 al 70% del cuerpo está compuesto por agua, por eso se dice que es la esencia de la vida y es necesaria para cada célula de nuestro organismo”, dice.
Todas estas bondades son posibles con un consumo adecuado de agua, que en lo posible debe superar los dos litros diarios (8 vasos para los adultos) y uno y medio (5 ó 6 vasos) para los niños.
“Lo ideal es comenzar con un vaso en ayunas, después a media mañana y también antes de acostarse, además de responder a la sensación de sed que se pueda presentar en cualquier momento del día”, destaca Escaño. “Es también elemental saber que contrario a lo que recomiendan algunas dietas, no es dañino consumir un vaso de agua durante las comidas, si existe la necesidad de ingerir líquidos”, añade.
En ocasiones la causa de fatiga o cansancio se debe a una deshidratación leve, incluso suele estar acompañada de dolores de cabeza y falta de concentración; por ello, uno de los beneficios de tomar agua que menciona Escaño es que ayuda a que la sangre transporte oxígeno, lo que en consecuencia brinda energía y fuerza al cuerpo.
La experta comenta que esta bebida también es beneficiosa para el corazón. “Es una de las recompensas de tomar agua; está comprobado que beber cinco o más vasos de agua al día reduce el riesgo de enfermedades cardíacas en un 41%.”, señala. Si necesitas concentrarte y no lo consigues, toma un vaso de agua y te ayudará, sirve para que el cerebro funcione más rápido; además es uno de los mejores remedios caseros para el dolor de cabeza.
¿Y si ingerimos agua en exceso?
De acuerdo con un artículo publicado en la revista especializada en salud “Muy Interesante”, para suplir las necesidades fisiológicas, el organismo necesita consumir una media de 1,5 a 3 litros de agua diarios. Si se excede esta cantidad, la persona puede sufrir graves alteraciones orgánicas que degeneran en convulsiones incontroladas e incluso coma. No hay que olvidar que el exceso de agua reduce de forma significativa los niveles de sodio en el organismo, una situación que altera la actividad de las neuronas.
Normalmente, la ingesta exagerada y convulsiva de agua u otros líquidos suele ser consecuencia de un trastorno de la alimentación que se conoce como Potomanía. Ésta se produce con mayor frecuencia en pacientes con antecedentes histéricos y cuadros delirantes, así como en personas emocionalmente inestables, con tendencia a la depresión y que muestran conductas anormales.
También está descrita en enfermos afectados por la anorexia nerviosa, que beben sin control para perder peso o aumentar la diuresis, es decir, la eliminación de líquidos. Los expertos sospechan que detrás de esta incapacidad para saciar la sed existen factores genéticos que aumentan el riesgo de caer en la Potomanía.
En su nivel de máximo riesgo, la sobrehidratación puede producir inflamación cerebral por exceso de demasiado líquido y entre los síntomas que destacan, figuran la letargia, (tendencia al sueño, disminución de la capacidad para reaccionar), agitación, convulsiones, síntomas todos que pueden llegar a confundirse con los de la deshidratación y llevarnos erróneamente a beber más.
Recordando siempre que cada persona es diferente, y que quien tiene la última palabra es el médico, además de los datos anteriores, un dato que puede orientarnos a rectificar el exceso de líquido que ingerimos a diario es el color de la orina; si es constantemente muy clara, significa que estamos forzando a los riñones a trabajar a tope.
Al consultar diversos sitios de salud encontramos que sostienen que la concentración de agua está equilibrada cuando se compensan las pérdidas diarias, y para ello, las personas sanas, con un funcionamiento normal de los riñones y que no transpiren excesivamente, es aconsejable que beban al menos un litro y medio del líquido cada día. De esta manera, se consigue mantener en equilibrio el volumen sanguíneo y la concentración de las sales minerales disueltas (electrólitos) en la sangre.
Cuando una persona está consciente de que bebe demasiada agua,(alrededor de 7 o más litros), debería acudir al especialista, en este caso un endocrinólogo, con el fin de descartar cualquier trastorno hormonal u otra patología que afecte al área hipotalámica, área del cerebro donde se encuentra el centro que regula la sed.
Si sufres de ardor estomacal, gastritis y úlceras, el agua te ayuda a prevenir estas molestias. También evita la formación de piedras en los riñones.
El consumo de agua depende del gasto de ésta por el organismo y diversos factores como el clima, la humedad, edad, constitución física, edad y actividad diaria que se realice.