Braza, crol, espalda y mariposa son los estilos de la natación: Los dos primeros son los más utilizados por casi todo el mundo, pero cada uno de ellos tiene unos beneficios específicos.
Se dice que la natación es el ejercicio más completo, ya que se trabaja la mayor parte de la anatomía, fortalece los músculos, ofrece resistencia y flexibilidad. Hacer ejercicio en el agua es más fácil y la razón es bien sencilla: una persona pesa un 10 % menos dentro del agua, con lo cual se mueve mejor.
Además, dentro de una piscina la movilidad es mayor, por eso una parte importante de los ejercicios de rehabilitación se hacen en el agua.
Como hemos comentado, en la natación se emplean casi todos los músculos y el ejercicio que se realiza es suficiente para mantener sano el corazón.
Este deporte ofrece los mismos beneficios que correr, y otros más: no hace falta hacer pesas para fortalecer los músculos de los brazos, ya que estos son un elemento importante en todos los estilos de natación y no hay que hacer ejercicios de resistencia, que se incluyen dentro de los que se hacen al nadar.
Y la flexibilidad que se adquiere es otra de las ventajas de los nadadores. Esta se consigue, sobre todo en los hombros, la zona de la cadera y en el cuello. Son puntos clave para mantenernos en forma y garantizar el buen estado de salud de nuestros músculos.
Cada estilo es bueno para algo. En general, las cuatro modalidades de natación se agrupan en dos a la hora de presentar ventajas en distintos niveles del cuerpo. Así, nadar a espalda o a crol es bueno para fortalecer los abdominales, bíceps, tríceps y glúteos. No nos podemos olvidar de que en estos estilos se trabaja muy bien toda la zona de la espalda.
NataciónPor su parte, la braza y la mariposa (éste último es una variedad del primero que requiere gran fuerza muscular y resistencia) trabajan todo el abdomen y la caja torácica. Los cuatro estilos son muy recomendables para mantener toda la musculatura de los brazos y de las piernas.
De ahí que la natación sea un deporte muy recomendable, sobre todo cuando se llega a cierta edad, donde a los beneficios descritos hay que añadir la mejora de la coordinación. Esto hace que el riesgo de caídas, que tanto preocupa pasados los 65 años, sea mucho menor, puesto que el equilibrio se fortalece con horas de piscina.
Además de los beneficios físicos, nadar también relaja mucho. Es un deporte que permite pensar, estar tranquilo, sin ruidos ni agentes exteriores que molesten. Es una buena forma de combatir el estrés y tener un tiempo sólo para nosotros.
Ahora es una buena época para empezar, una vez que nos enganchemos veremos los beneficios que nos ofrece, lo que nos hará que continuemos con el ejercicio dentro del agua. Casi todos los polideportivos municipales tienen instalaciones adecuadas para pegarnos un chapuzón y mantenernos en forma también durante el invierno.