El trasplante de médula ósea se utiliza sobre todo para el tratamiento de las leucemias:.El único requisito para llevarlo a cabo es la compatibilidad entre el donante y el receptor, como ocurre con los trasplantes de órganos sólidos u otro tipo de trasplantes.
Para conocer el grado de compatibilidad se utiliza el antígenos HLA. Hace unos años, la Fundación Josep Carrera puso en marcha un registro de donantes voluntarios. En el registro REDMO participan unos 100 hospitales españoles que están acreditados y también está en contacto con centros de registros de otros países.
Para ser donante, hay una serie de requisitos. La edad es el primer corte; no se puede ser menor de 18 años ni mayor de 55, aunque se amplía cinco años más si uno ya está en el registro. No se puede tener ninguna enfermedad que se pueda transmitir al receptor y con algunas enfermedades como son la hipertensión, diabetes insulinodependiente, enfermedad cardiovascular, hepática o hematológica, cáncer o enfermedad autoinmune.
Analísis de sangreLas enfermedades infecciosas, como la hepatitis B o C, el sida o tener algún virus contagioso, también descartan para ser donante, al igual que las patologías autoinmunes.
Los hemofílicos tampoco pueden ser donantes de médula, situación en la que se encuentran los drogodependientes. Tener una pareja en estas condiciones o tener relaciones sexuales múltiples también descarta ser donante.
Las contraindicaciones siguen. No se puede tener una enfermedad inflamatoria en los ojos ni antecedentes o riesgo de trombosis venosa profunda ni de embolismo pulmonar. Los que estén tomando litio o tengan unas plaquetas inferiores a 150.000 por mililitro tampoco pueden ser donantes de médula ósea.
Una vez que están descartadas todas estas enfermedades, lo único que queda es asumir el compromiso que conlleva ser donante de médula. Entraremos en el registro y esperaremos a ser compatible con un donante que nos necesite.
