Las quemaduras solares están provocadas por la radiación solar ultravioleta: La mayoría se produce por exposición directa al sol.
Ahora bien, ten en cuenta que también te puedes quemar en días nublados, sobre todo si estás a elevadas alturas.
Los síntomas de la quemadura aparecen a las dos o cuatro horas tras la exposición solar y son más intensos un día después. Enrojecimiento de la piel, dolor en la zona quemada, molestias al moverse y ligera hinchazón son algunos de ellos.
Las quemaduras leves producen picor o ardor, especialmente los días posteriores a la exposición, y descamación de la piel, que quedará inflamada y muy sensible al tacto, con sensación de “tirantez” cuando comienza a curarse. Para tratarlas, aplica una loción para después de tomar sol y desaparecerá en tres o cuatro días.
Si es grave, puede ser que te dé fiebre o aparezcan los síntomas de enfermedades relacionadas con el calor, como dolor de cabeza, escalofríos, mareos y náuseas. Además te saldrán ampollas, que pueden curarse al cabo de ocho o diez días. No las toques y cúbrelas con un vendaje. Si no las puedes tratar en casa, ve al hospital. Los adultos pueden tomar analgésicos para aliviar el malestar, consultando antes con tu médico.
En cualquier caso, si te has quemado ponte inmediatamente a la sombra y usa una toalla o ropa de algodón para cubrir las zonas afectadas. Enfría el área quemada con agua hasta que cese el dolor y bebe mucho líquido sin alcohol.