APUNTE.COM.DO SANTO DOMINGO.– La manzanilla, una de las infusiones más antiguas y populares del mundo, sigue ganando adeptos no solo por su aroma y sabor delicado, sino también por sus reconocidas propiedades para calmar la mente y favorecer un descanso reparador.
Expertos en fitoterapia y medicina natural explican que esta planta contiene apigenina, un antioxidante que se une a ciertos receptores cerebrales, ayudando a reducir la ansiedad y promoviendo la relajación. “Es un sedante suave, ideal para personas que buscan disminuir el estrés sin recurrir a medicamentos”, afirman especialistas.
Consumir una taza de manzanilla caliente en la noche, aproximadamente 30 minutos antes de acostarse, puede mejorar la calidad del sueño, especialmente en personas con insomnio leve o dificultad para conciliar el descanso. Su efecto no es inmediato como el de un fármaco, pero sí constante cuando se incorpora como parte de una rutina saludable.
La manzanilla también ofrece beneficios digestivos, ayuda a aliviar cólicos y reduce inflamaciones leves, lo que complementa su acción relajante. Incluso, algunas investigaciones sugieren que puede reforzar el sistema inmunológico gracias a sus compuestos bioactivos.
Su preparación es sencilla: hervir agua, añadir flores secas o una bolsita de té de manzanilla, dejar reposar de tres a cinco minutos y beberla sin prisa. El ambiente en que se consume también importa: luces tenues, ausencia de ruidos y una respiración pausada potencian su efecto calmante.
En un mundo acelerado, donde la tensión y la falta de sueño afectan a millones de personas, la manzanilla se presenta como una opción natural, económica y segura para quienes desean cuidar su salud física y mental. Una pequeña taza puede ser el inicio de un gran cambio en la forma de descansar.
