Una nueva investigación dirigida por científicos de Universidad de California (UCSF) y publicada en Nature Metabolism, sugiere que una sola proteína podría desempeñar un papel enorme en el aumento de peso.
“Estos ratones estaban básicamente protegidos del aumento de peso, señala el autor principal Ruggero, presidente de la Cátedra de la Familia Helen Diller en Investigación Básica del Cáncer en la UCSF, y sus hígados eran más saludables y no estaban llenos de gotitas de grasa”.
La proteína eIF4E juega un papel fundamental en el inicio de la síntesis de proteínas y se encuentra en todas las células del cuerpo. Durante el proceso llamado traducción, las cadenas de ARN mensajero (ARNm) transportan instrucciones para la producción de proteínas desde los genes hasta los ribosomas, las máquinas celulares en las que se producen las proteínas.
En organismos que van desde levaduras hasta mamíferos, eIF4E forma una parte clave de un complejo que se une a una tapa al final de cada hebra de ARNm y guía el ARNm a los ribosomas. Por tanto, se cree que eIF4E es esencial para la producción de todas las proteínas.
Debido a su importancia, hasta hace poco tiempo, un complemento completo de eIF4E se consideraba esencial para la vida. Pero en 2015, el grupo de investigación de Ruggero hizo el sorprendente descubrimiento de que los ratones que fueron modificados genéticamente para llevar solo una copia del gen de eIF4E, y, por lo tanto, solo la mitad de la proteína eIF4E que se encuentra en los ratones normales, aún podían sintetizar proteínas y desarrollar normalmente.
Encontraron que los ratones modificados solo aumentaron la mitad de peso que sus contrapartes, lo que sugiere que la actividad de eIF4E está involucrada en el almacenamiento de grasa. «Apuntar a la traducción del ARNm puede convertirse en una nueva forma de curar la obesidad», apunta Yang, coautor del nuevo artículo.
La obesidad se desarrolla cuando un individuo consume más energía de la que gasta. En particular, cualquier exceso de grasas de la dieta se deposita en lo que se conoce como gotitas de lípidos en órganos como el hígado. En comparación con los hígados de otros ratones alimentados con una dieta alta en grasas, los hígados de los ratones modificados con eIF4E contenían muchas menos y más pequeñas gotas de lípidos. Con estos hallazgos en la mano, el grupo Ruggero analizó más de cerca cómo eIF4E controla la obesidad.