Con una nueva conquista, el cuerpo genera una sensación de mayor atracción

Relaciones nuevas y el aumento del deseo sexual

Un fenómeno que puede ser la clave para mantener la pasión en una relación larga. Cuando uno está ante la posibilidad de tener relaciones íntimas con una persona nueva aumenta su deseo sexual a la par que su rendimiento.

Al percibir a otra persona como una potencial conquista, el cuerpo genera una sensación de mayor atracción por el hecho de tratarse de una novedad.

Es decir, que una persona puede sentirse apática o sin ganas de tener relaciones sexuales con su pareja pero, en cambio, excitarse rápidamente con otra persona. Este particular fenómeno se denomina efecto Coolidge, tanto en biología como en psicología. No es exclusivo de los humanos puesto que, según los expertos, se replica a otras especies de mamíferos.

Entonces, ¿eso significa que estamos genéticamente diseñados para ser infieles? No. La responsable de esto es ladopamina, una hormona que, entre otras funciones, sirve para poner en alerta al cuerpo ante la presencia de señales desconocidas
Lo que sucede es que a medida que uno se acostumbra a la presencia de su pareja, de forma gradual los niveles de dopamina descienden. No obstante, aumentan ante la presencia de nuevos estímulos.

Este curioso efecto es al que se lo responsabiliza muchas veces de cometer una infidelidad, pero en realidad puede ser la clave para mantener la pasión en una relación duradera.

Una estrategia en ese sentido es crear situaciones sexuales que rompan con la monotonía y sorprendan a la otra persona para así generar esos nuevos estímulos. De ahí la importancia de innovar de forma regular entre las sábanas.

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