Las duras condiciones migratorias hacen que la soledad, el temor al fracaso y a ser deportado generen el Síndrome de Ulises, trastorno mental cada vez más frecuente en los inmigrantes que viven en Estados Unidos.
“Emigrar aumenta los niveles de estrés a un grado tal que muchos humanos no saben cómo controlar y se convierte en el Síndrome de Ulises.
Este padecimiento afecta sobre todo a aquellas inmigrantes que dejaron hijos pequeños, familiares enfermos y que no cuentan con una mínima estabilidad económica”, revela el psiquiatra Joseba Antxotegui, profesor de la Universidad de Barcelona.
¿Qué es el Síndrome de Ulises?
Se llama así para hacer mención al héroe griego que padeció innumerables adversidades y peligros lejos de sus seres queridos.
También es conocido como el Síndrome del Inmigrante con Estrés Crónico y Múltiple (SIECM) y se caracteriza por presentar 7 duelos:
De la familia y los seres queridos
De la lengua
De la cultura
De la tierra
Del estatus social
Del contacto con el grupo de pertenencia
De los riesgos para la integridad física
Tienen mucho que ver con las consecuencias del estrés crónico y la alteración del hipotálamo que ocasionan insomnio, tensión, fatiga, dolores, migraña, problemas cognitivos, irritabilidad y depresión.
¿Cómo enfrentarlo?
El paciente con Síndrome de Ulises debe recibir apoyo terapéutico en el que reciba técnicas psicodinámicas y cognitivas, ya que el estrés hace que se la persona no coordine sus acciones y pensamientos.
En algunos casos, los expertos sugieren apoyarse en tratamiento farmacológico, bien con ansiolíticos o antidepresivos.
Otras medidas son contar con un apoyo psicosocial, poniendo en contacto a estos inmigrantes con asesores legales, asociaciones de inmigrantes, redes sociales que faciliten el aprendizaje del idioma y les eduquen sobre buenos hábitos de salud para mejorar su calidad de vida y manejo del estrés.
Fuente: salud180