Las múltiples causas de los mareos

Las múltiples causas de los mareos

Multicausal. Aunque es frecuente culpar a los dolores y contracturas cervicales por el vértigo y los mareos, los neurólogos, que en los últimos años se abocaron más al tema, aseguran que serían la causa sólo en pocos casos.

Algunas manifestaciones. Quienes sufren este malestar, pueden sentir que ellos o su entorno están fuera de su control.

“Siento que las cosas se me mueven”; “siento que yo doy vueltas”; “me siento inestable”; “siento la cabeza vacía”; “estoy embotado”; “siento que me voy a desmayar”.

De todos los motivos de consulta médica, los mareos son uno de los más frecuentes.

Con precisión, constituyen el tercer motivo de consulta ambulatoria, después de la fatiga y el dolor de pecho.

La sensación de mareo se considera un síntoma, que puede responder por lo menos a 30 posibles causas distintas.

Cada una de estas potenciales causas presenta tratamientos y pronósticos distintos.

Y hay una estimación hecha por especialistas que asegura que solamente en un 20 por ciento de los casos los pacientes reciben un tratamiento acorde con sus necesidades.

La sensación de mareo se manifiesta en cada persona de manera diferente.

Y a eso hay que sumar lo que cada médico puede interpretar a partir del síntoma que le refiere cada paciente, teniendo en cuenta que, además, puede ser un médico que no esté especializado en el tratamiento de este problema.

“Habitualmente, la sintomatología se adjudica a un problema cervical, cuando hoy sabemos que sólo es la causa en una mínima proporción de los pacientes (menos del 1 por ciento)”, explica Darío Scocco, jefe de la Clínica de Mareos, Vértigo y Desequilibrio del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco) de Buenos Aires.

La neurootología es la subespecialidad encargada de estas patologías.

Los problemas de la columna cervical pueden causar mareo, admite este especialista, pero argumenta que lo mismo puede decirse de una caída brusca de la presión arterial o de la deshidratación; incluso, es frecuente sentirse mareado cuando uno se levanta demasiado rápido después de estar sentado o acostado (esto se llama “vértigo posicional paroxístico benigno”).

Sentirse mareado –explica–, es una molesta y temida ilusión de movimiento en la que la persona percibe que ella misma o que su entorno se mueve fuera de su control.

Buscar el freno. En todos los casos, advirtió Scocco, la demora en el diagnóstico de la causa de los mareos acarrea un aumento exponencial de todas las complicaciones asociadas a este síntoma, entre las que se cuentan el ausentismo laboral, las caídas, la depresión y distintos cuadros de ansiedad.

El propio mareo, así como las palpitaciones, falta de aire o problemas gastrointestinales pueden ser un síntoma de un trastorno de ansiedad, pero la derivación al psicólogo debe llegar después de descartar causas neurológicas, aclara Valentina Casini, psicóloga del Sanatorio Morra.

En caso de ser un síntoma de algún trastorno de ansiedad, la presencia del mareo no está vinculada con ningún grado de severidad.

En algunos casos, los mareos pueden ser el resultado de una disfunción del aparato vestibular, que es el área del oído interno encargada de captar el movimiento, aunque también puede deberse a trastornos que se producen en las áreas encargadas de procesar la posición de la persona y su desplazamiento en el espacio.

El mareo o cetosis puede producirse justamente cuando el cerebro, que es el encargado de procesar las señales provenientes del oído interno, los ojos, los músculos y las articulaciones que delatan el movimiento, recibe señales “de posicionamiento” que no coinciden entre sí.

Es lo que ocurre por ejemplo cuando, por el movimiento que experimenta la persona que se encuentra a bordo de un barco, el oído interno percibe el movimiento, pero los ojos no pueden indicar que se está moviendo.

Vértigo y otros mareos. No todas las formas en las que se presenta el mareo son iguales.

El vértigo propiamente dicho (o mareo inespecífico) –la sensación de embotamiento, de cabeza vacía o de caminar sobre nubes–, es frecuente en personas con cuadros de ansiedad, trastornos de ánimo o como secuela de cuadros vertiginosos en personas con personalidad predisponente.

Por su parte, el desequilibrio, otra manifestación, es la sensación de falta de estabilidad en la que no hay percepción de vértigo y que suele ser secundaria a causas variadas o múltiples, como la afección de la sensibilidad en las piernas, de la visión, problemas osteoarticulares o una alteración cerebral para coordinar adecuadamente el movimiento.

Por último, existe el presíncope, una sensación de pérdida inminente de conciencia que, generalmente, se presenta junto con otros estados, como debilidad, palidez y sudoración.

Suele vincularse a una falla en el sistema nervioso autónomo para la regulación adecuada de la presión arterial.

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