5 formas en que el gimnasio te puede arruinar el cuerpo

Ir al gimnasio no es sinónimo de estar saludable. Hacer ejercicio sin tomar los recaudos necesarios puede traerte más problemas que beneficios.

Así que si estás con planes de ponerte las calzas deportivas y armarte una rutina, antes conviene que te instruyas.

El fisioterapeuta Javier López Marcos, explica: "Una de las razones por las que se lesionan los usuarios de gimnasio es porque no se informan con un profesional, dan por hecho que saben realizarlos”.

Mucha gente que no suele ejercitarse, empieza el gimnasio y quiere resultados mágicos, entonces se mata las primeras semanas con rutinas hiper exigentes porque desean ver los abdominales marcados cuanto antes y eso tiene fuertes consecuencias. ¿Te suena?

El resultado es que terminan lesionados y abandonan antes del mes.

Para que no te pase, te contamos cuáles son las partes del cuerpo que tienen más predisposición a lesionarte y qué podés hacer para evitarlo:

Si alguna la tuviste, sabes que es un infierno. Te quedas literalmente inmóvil, con un dolor que te parte al medio y que tarda varios días en aliviarse.

Además, una vez que la tuviste, es más probable que se repita el cuadro. Pero podés estar alerta para que no te pase.

Una de las causas es ejercitarse en las máquinas del gimnasio sin saber usarlas.

La lumbalgia es un dolor intenso en la parte baja de la espalda y es una patología muy frecuente.

Según la Revista Española de Reumatología, el 70% de la población la desarrollará a lo largo de su vida adulta.

Javier López Marcos describe dos causas que la provocan: la mala colocación en la bicicleta estática y el levantamiento de pesas con mala técnica: elevar las pesas desde el suelo sin flexionar las rodillas y sin curvar la columna.

Lo mejor que puedes hacer para prevenirlo es fortalecer la parte baja de la espalda mediante ejercicios que trabajen los músculos de la panza: ¡A hacer abdominales!

2-INFLAMACIÓN DE RODILLA

Correr en la cinta es una buena actividad aeróbica y permite quemar grasas, pero también puede arruinarte las rodillas.

"El error más común es correr sobre la cinta si tienes sobrepeso u obesidad, ya que se produce un gran impacto sobre esta articulación y puede provocar dolor y, en algunos casos, inflamación", dice Javier López.

En este caso, la mejor forma de prevenir la lesión, es caminar sobre la cinta y aumentar de a poco la pendiente. Está demostrado que correr a 8 km por hora equivale a caminar a 5km por hora con una pendiente del 10%.

3- CONTRACTURA POR FALTA DE FLEXIBILIDAD

Si llegas al gimansio estresado y hace siglos no haces nada, es probable que te contractures. Se trata de un encogimiento de la fibra muscular que se provoca por la sobrecarga de peso o de ejercicio. El dolor no aparece en el mismo lugar de la lesión, puede que hayas hecho muchas pesas y se te contracture la espalda.

La clave para evitarla es trabajar la flexibilidad, por ejemplo haciendo yoga, natación o ejercicios de estiramiento, y hacer un buen calentamiento antes de ejercitar.

“La persona suele seguir practicando ejercicio y arrastrando el problema.

Se debe cesar en la actividad y acudir al especialista, porque aunque el dolor desaparezca no es raro que el trastorno regrese", explica la fisioterapeuta Mónica García Mateos.

4- DAÑO EN EL HOMBRO

Lo peor para el hombro es realizar pesas de manera abrupta. Para hacer bien el ejercicio es fundamental ir aumentando progresivamente el peso.

"Hay que tonificar la musculatura del hombro con poco peso y, luego, ir subiendo de peso o de repeticiones o disminuir el tiempo de descanso entre cada serie", sugiere el especialista. Los síntomas de una lesión en el hombro, además de dolor e inflamación, suelen incluir dificultad del movimiento.

Son dolores musculares difusos que aparecen después de hacer ejercicio intenso. "Suceden porque al realizar ejercicio se producen pequeñísimas roturas de la fibra muscular que dan lugar a inflamación muy leve y a molestias", explica Javier López Marcos.

Para evitarlas no entrenes exigiéndote como un deportista profesional. Es preferible quedarse con un poco de ganas de hacer más ejercicio y no agotar al cuerpo.

"La mejor manera de tratarlas es la inmersión en agua con hielo para bajar la inflamación y realizar estiramientos que no sean dolorosos, es decir, que requieran poca amplitud de movimiento", recomienda el especialista.

Fuente: Rumbos Digital

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