La incorporación de los empleados de la alcaldía de Barcelona, según el presidente del sindicato de empleados Públicos José Hurtado, hizo que el fondo no se diera abasto
José Hurtado, presidente del Sindicato Unión Regional de Empleados Públicos del estado Anzoátegui (Urepanz), denunció que el Fondo Administrativo de la Salud no funciona y ha generado inconvenientes a los trabajadores dependientes de la gobernación y la Alcaldía del municipio Bolívar.
Explicó que dicho fondo fue creado a finales de 2014 y para ello se tomó 50% del presupuesto correspondiente al HCM de los trabajadores. Su objetivo sería constituir un servicio de atención médica tanto primaria como especial.
Indicó que sólo el año pasado se utilizaron 38 millones de bolívares para construir una clínica ubicada en el sector Colinas del Neverí, a fin de atender a los empeados.
“Todo iba bien hasta que el Fondo Administrativo de la Salud absorvió a los trabajadores de la alcaldía de Barcelona, a finales de 2015. Según su cláusula, ellos podrían incorporar hasta nueve personas al servicio médico”.
Desde entonces, dijo, el triaje colapsó, a tal punto que las citas son asignadas para los próximos 20 días.
“Para colmo los reembolsos no se pagan desde 2014 y ello ha generado pérdidas para los ciudadanos que han tenido que gastar dinero para la compra de sus medicinas”.
Agdemar Sabril, vicepresidente de la Asociación de Jubilados Anzoátegui en Acción, vivió en carne propia las consecuencias de la crisis.
No es suficiente
“Yo fui a pedir una emergencia y me atendieron muy bien. Luego me refirieron al médico internista y al cardiólogo, porque soy diabético y sufro de la tensión. Pero la cita del internista me la ofrecieron en 15 o 20 días, y la del cardiálogo en 45 o 60 días, mínimo”.
Refirió que para colmo la farmacia del Fondo de Salud supuestamente carece de medicinas. “Son cajas vacías”.
Sabril recurrió a la medicina privada, pero recibió otra sorpresa: “Traje la factura y el fondo dice que me cubre sólo 2 mil bolívares, cuando únicamente la consulta son 4 mil”.
Soraya Machado, familiar de un trabajador cuyo nombre se reservó, contó que a su madre le pasó algo similar.
“Por la rapidez con la que necesitaba ser atendido tuvimos que ir a un cardiólogo y lo que pretendían dar por reembolso no alcanzaba ni siquiera para recuperar el dinero de la consulta. ¿Por qué ofenden así a los jubilados?”.
Fuente: El Tiempo