Según datos dados a conocer recientemente por el Instituto Nacional de Salud Pública de México (INSP), el número de mexicanos que presentan problemas de sobrepeso u obesidad sobrepasa los 70 millones, de los cuales unos 14 millones, el 20% de la población afectada, son niños cuyas edades van desde los cinco a los once años, y unos 28 millones, es decir el 40%, son adolescentes; esta información reconfirma la nada satisfactoria posición que ocupa este país como el primero en el mundo en porcentajes de obesidad. Para el vocero y directivo de la Fundación Torres-Picón, la cultura física y la masificación del deporte pueden hacer un inmenso aporte preventivo y correctivo.
Estas cifras son aún más alarmantes si tomamos en cuenta que la obesidad es factor de riesgo desencadenante de diversas patologías que revisten cierta gravedad, como diabetes, aterosclerosis, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, trastornos osteoarticulares y digestivos, entre otros muchos, los cuales representan una amenaza potencial para la salud de las nuevas generaciones.
En vista de esta situación, y con el propósito de prevenir estas y otras enfermedades generadas por el sobrepeso y la obesidad infantil que pueden comprometer seriamente la salud de los niños en el futuro, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pondrá en marcha un programa de acondicionamiento físico, especialmente dirigido a unos cinco mil niños de entre cinco y doce años de edad, agrupados en las 35 delegaciones deportivas del IMSS en todo el país. En esta iniciativa también toman parte la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) y Sport Promotion, así como el ex maratonista Germán Silva como embajador del programa.
Kids Run, como se denomina este programa de entrenamiento, fue diseñado por el Centro para Niños y Escuelas Saludables de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en Estados Unidos. Está compuesto por una serie de juegos aeróbicos de secuencia rápida y actividades de carrera. Todas estas están clasificadas en tres secciones por nivel, tomando en cuenta la edad de los niños y el grado de educación primaria que están cursando. Paralelamente se realizarán semanalmente retos nutricionales, a fin de que los niños lleven esta información a sus hogares y actúen como agentes multiplicadores con sus familias.
El objetivo es que los niños participantes acumulen, en los dos meses y medio que dura el programa, 42 kilómetros de recorrido, que es la distancia que se corre en una competencia de maratón; los primeros 40.5 kilómetros durante la fase de entrenamiento, la cual consta de veinte sesiones de 30 a 45 minutos, dos veces a la semana. El kilómetro y medio restante se completará en una carrera, como actividad de culminación del programa.
La Fundación Torres-Picón observa con entusiasmo y felicita este programa mancomunado. Su portavoz y presidente Pedro J. Torres, exhorta a otros países latinoamericanos, a reproducir el esfuerzo de las instituciones mexicanas. La obesidad infantil solamente será controlada en la medida que todos tomemos conciencia y cartas en el asunto. No es la lucha de uno, dos o tres países; es el mundo entero en batalla por la salud pública y el futuro de nuestros niños, puntualizó.