El departamento de salud de la Florida está alertando sobre la existencia de un parásito acuático que se puede comer el cerebro humano.
Se trata de una ameba que prolifera en lagos, ríos y canales durante los cálidos meses del verano, y que puede penetrar en el organismo humano a través de las fosas nasales y ascender hasta el cerebro, donde practicamente devora la masa encefálica, razón por la cual puede resultar peligroso para aquellos bañistas que en ocasiones buscan un refrescante chapuzón en esas aguas.
Sin embargo, el departamento de salud aclara que es difícil contraerlo, aunque recomiendan evitar las aguas estancadas que por lo general se encuentran contaminadas.