La forma de alimentarnos determina la salud a lo largo de la vida

Los alimentos son mucho más que una fuente de energía para el organismo. Algunos de sus nutrientes tienen propiedades antioxidantes que protegen las células, lo que los hace fundamentales para tener un estado óptimo de salud y enlentecer el proceso de envejecimiento natural de las personas.

“Si sabemos cómo alimentarnos tenemos la batalla ganada, eso significa alargar la salud y por ende la vida”, expresó la licenciada en nutrición Amelia De La Peña, quien también explicó que las sustancias antioxidantes están presentes en ciertos alimentos, y actúan retrasando la oxidación celular y protegiendo diferentes órganos y tejidos.

De La Peña, quien es parte del equipo de nutrición de Gold’s Gym, recalcó que la dieta tiene 70% de importancia en las metas de adelgazamiento, mantenimiento del físico o desarrollo muscular que se persigan.

“Una alimentación adecuada, actividad física, descanso y manejo del estrés, son los cuatro puntos que en mi experiencia profesional debemos manejar, y nos permitirá mantener un metabolismo sano por más años”, puntualizó.

Las frutas y verduras son fuente importante de antioxidantes, y su efecto beneficioso se puede notar a cualquier edad. Algunas de esas sustancias que ayudan a detener la oxidación celular y el envejecimiento son:

Betacaroteno (zanahoria, batata, auyama, berro, pimentón, durazno y lechosa, mango, manzana, melón, rábano)
Luteína (espinacas, repollo, maíz, lechuga, huevos, nabos y brócoli)
Licopeno (tomate, patilla, lechosa roja, cerezas, fresas)
Selenio (arroz y cereales integrales, granos y semillas, huevos, té negro, productos del mar)
Vitamina C (frutas cítricas como la naranja o mandarina, tomate, fresas, moras, guayaba, bayas rojas, espinaca, pimentón)
Vitamina E (orégano, albahaca, aceitunas verdes, frutos secos y aceite de maíz, soya o girasol)
Polifenoles y Resveratrol (té verde, uvas, vino tinto, leche de soya, cacao, cebolla amarilla, cereales de grano completo, moras y legumbres)
Epicatequina (cacao)

Esfuerzo que previene

Se ha demostrado que la actividad física es beneficiosa para la salud, siempre y cuando sea practicada regularmente y acompañada por buenos hábitos alimentarios, sostuvo el médico deportivo Ricardo Javornik, embajador de la cadena Gold’s Gym. Al poner el cuerpo en movimiento se desencadenan respuestas beneficiosas en el sistema cardiovascular, muscular y hormonal.

Estudios publicados por la Organización Mundial de la Salud, indican que la actividad física permite una mayor irrigación sanguínea, fortalece los músculos y articulaciones, favoreciendo un control metabólico óptimo, lo que contribuye a un mejor control de peso y ayuda a controlar la hipertensión arterial, problemas del corazón y diabetes, reduciendo también el riesgo de presentar algunos tipos de cáncer.

Antes de comenzar una rutina de entrenamiento por iniciativa personal o ir al gimnasio, si no se está seguro acerca de su estado de salud, se aconseja hacerse un chequeo médico para conocer con seguridad que la actividad física será positiva para el organismo.

Los buenos gimnasios recopilan información sobre la condición de salud de sus miembros, con el objetivo de programar dietas y entrenamientos ajustados a las necesidades de cada persona. 

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