El 5% de los niños reconoce que algún compañero les pega y el 49% asegura que le critican o le insultan en el colegio. Porque "todos lo hacían", porque "era gordo" o porque "se lo merecía" son algunas de las excusas que utilizan los niños que hacen 'bullying'.
El acoso escolar es una realidad social que puede comenzar con una simple burla o amenaza en el patio y acabar con episodios de marginación y violencia física en las aulas. Se trata de un acoso mantenido en el tiempo que comienza en las aulas y que continúa en las redes sociales.
Es esencial que los padres estén atentos a ciertos cambios en el comportamiento de sus hijos. Entre los principales síntomas del 'bullying' destacan: pérdida de interés por las cosas que le suelen gustar, empeoramiento del rendimiento escolar, problemas del sueño, falta de energía, síntomas depresivos (tristeza, retraimiento, etc), , miedos ante situaciones relacionadas con la escuela o directamente evitar ir al colegio. Los padres no deben esperar a que los niños les hablen del problema porque, para entonces, ya habrán sufrido todo tipo de vejaciones y humillaciones.
El Dr. César Soutullo Esperón, especialista en Psiquiatría infantil y Responsable de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Clínica Universidad de Navarra, explica que los niños que sufren'bullying' "suelen poseer una dificultad previa para las relaciones sociales, un cociente intelectual bajo o una dificultad interpersonal seria".
"Si no actuamos a tiempo y el'bullying' se mantiene durante un periodo prolongado, el niño puede no deshacerse de síntomas como ansiedad o inseguridad. También puede costarle trabajo confiar en sí mismo o en otras personas, incluso en sus amigos. Son determinantes el tiempo en el que se mantiene el ataque y la intensidad", explica el Dr. Soutullo. El especialista da consejos para que los padres puedan poner fin a esta lacra social.
“Es fundamental que si hay noticias en la prensa sobre el'bullying', se hable en casa con los niños para hacerles ver que estas agresiones son intolerables y que deben aceptar las diferencias de cada persona”, subraya el Dr. Soutullo. La educación es la mejor arma de prevención: es esencial que los padres enseñen a los hijos que cada persona es diferente, con sus características, cualidades, defectos y también virtudes.