10 formas de relajarte sin dejar de lado tus tareas diarias

Meditar. Quieres empezar a hacerlo, pero te dices a ti mismo (o tu mente ocupada te dice) que simplemente no tienes tiempo para sentarte y relajarte durante el día.

Una opción es dedicar algo de tiempo a observar tu mente desde una perspectiva exterior y disfrutar del momento. Pero si el tiempo juega en tu contra, la siguiente opción es prestar atención a cada actividad de tu día a día. Puedes experimentar un estado de meditación simplemente siendo consciente de lo que haces en cada momento.

Lavarse los dientes es una tarea difícil a la que prestar atención, ya que es lo primero que se hace cada mañana y la última cosa que se hace por las noches. Cuando te despiertas tu mente se centra en el resto de tareas que tienes en ese día, y cuando te vas a la cama tu mente hace un repaso de todo ese día y se prepara para conciliar el sueño. Lavarse los dientes en una tarea fundamental para su salud y es bueno centrarse en que cada diente reciba un cepillado a fondo. Comience su día con atención plena y termínalo de la misma manera.

Ducharse puede ser una verdadera experiencia de meditación si se toma el tiempo necesario para disfrutar de ella. Siéntete un afortunado de poder recibir una ducha caliente cada día y aprovéchala para desconectar y relajarte.

Cocinar puede ser una actividad muy terapéutica y consciente cuando se suelta todo lo que está pasando por tu mente. Picar verduras, saltear la carne, condimentar los platos… Es común estar tan centrado en terminar la comida que olvidamos de disfrutar del proceso de hacerla.

A veces estamos tan hambrientos que en lugar de comer conscientemente nos dedicamos a engullir. Apaga la televisión, guarda el móvil y disfruta de lo que estás comiendo. No utilices ese tiempo como un medio para llegar a la siguiente actividad. No. Esta es la actividad actual. Disfrútala. Además, comer más despacio es mejor para tu digestión, así como tu mente.

Evidentemente es importante conducir con plena atención. Es mucho más seguro para ti y para todos. El tráfico a menudo es una causa de ira y frustración. He aquí una idea: probar algo diferente. Trata simplemente de estar presente con el tráfico. No dejes que tu mente se desvíe hacia un panorama donde no se puede llegar tarde o el mundo acaba. Simplemente relájate. Puedes encontrar maneras de disfrutar de ti mismo.

Poner la colada o lavar los platos no son unas actividades muy emocionantes, pero es posible encontrarle su punto de meditación. Céntrate en cada pieza de ropa que retiras o en cada plato que lavas. Además, es fácil hacer otras actividades te pueden distraer (música, televisión, ver esa serie que nunca te da tiempo a ver…).

Caminar es una práctica muy común para meditar. Busca lugares más tranquilos de tu ciudad que te ayuden a desconectar o haz el mismo trayecto a tu trabajo fijándote en cada detalle. ¡Descubre tu ciudad!

A menudo la gente va de prisa cuando va de compras. Ir de compras puede ser agradable si se hace al ritmo adecuado y con una actitud atenta.

Hay una razón por la que la gente lucha para comprender lo que leen. A la mente le gusta pasear y centrarse en otras cosas además de lo que está leyendo en ese momento. Sin embargo, cada palabra requiere toda la atención. La lectura ante si lo haces conscientpuede ser una actividad muy gratifice

Por supuesto que hay muchas más actividades que esconden un punto de meditación. Se puede vivir todo el día con la intención de ser consciente de cada cosa que haces.

Solo se necesita atención, conciencia e intención. A medida que aprendas a ser más consciente de su utilidad, tu vida diaria se hará más fácil.

Te podría interesar

Deja tu comentario