El mayor temor de los odontólogos son las lesiones periodontales, consistentes en una inflamación de las encías y la pérdida de los dientes afectados.
Los piercings en la boca pueden ser un problema
El piercing puede favorecer que la aparición de sarro en la zona placa dental en contacto con el accesorio.
Inflamación o sangrado de la zona donde se ha colocado el piercing.
Deformaciones linguales, alergias y úlceras.
Fracturas dentales. Es más frecuente de lo que puede parecer, al producirse un choque con el piercing.
Pueden dañar el esmalte, las encías o los empastes.
Alteración del gusto y del proceso del habla.
Dificultades para masticar y salivación excesiva.
Problemas de halitosis (mal aliento) si la presencia del piercing no permite realizar una higiene bucal completa o el mismo piercing acumula bacterias.
Si se suelta el piercing te lo puedes tragar de forma accidental al soltarse. Si haces deporte hay más posibilidad de que ello pueda ocurrir.
Ya sea por moda, para identificarse con algún grupo social o étnico, e incluso para potenciar sensaciones eróticas, el piercing es una tendencia actual que “decora” parte del cuerpo de las personas. Sin embargo, la colocación del accesorio en zonas sensibles como la boca, puede acarrear algunos problemas.
Pese a que el procedimiento sea hecho por un profesional y establecimientos que cumplen con todas las medidas de higiene, siempre está el riesgo de contraer una infección, una herida que cicatrice mal y que provoque una seria lesión.
La ABC conversó con el doctor en Odontología y profesor de la Universidad de Sevilla (España) Héctor J. Rodríguez Casanovas, quien advirtió que no todas las personas pueden llevar un piercing.
“No pueden hacérselo quienes padecen hemofilia, ya que presentan escasa coagulación de la sangre y, en consecuencia, las pequeñas heridas que deja el proceso podrían poner en peligro su vida. Asimismo, cuando se padecen alergias es preferible consultar antes al alergólogo para que indique si afectará o no el estado de salud”, explicó el especialista.
Indicó que a los odontólogos les preocupa más la lesión periodontal, consistente en una inflamación de las encías y la pérdida de los dientes afectados, que -según un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid- se produce en casi la mitad de los portadores de piercings (48,1%).