En los últimos tiempos se ha empezado a cuestionar este supuesto valor de dicho alimento, haciendo que nos preguntemos si es realmente necesario que los niños tomen leche. Veamos qué nos dice la ciencia al respecto.
Beneficios de la leche de vaca
La leche de vaca, sin lugar a dudas, es un alimento rico en proteínas y calcio, también en vitamina D, un compuesto sintetizado por la piel cuando nos exponemos al sol, y que es muy difícil de encontrar en otros alimentos.
Sin este, se producen problemas en los huesos, los músculos y los ligamentos nerviosos.
Los niños necesitan proteínas y calorías, sin ellos crecen malnutridos. Por ende, el consumo de leche puede ser una vía fácil y segura de lograr que a sus organismos ingresen los nutrientes necesarios.
Perjuicios de la leche de vaca
Uno de los problemas más comunes entre la población infantil es que tienen intolerancia a la lactosa, el azúcar presente en la leche de vaca, o que este producto provoca desajustes digestivos. Por otra parte, se sabe que el exceso de calcio puede inhibir la absorción del hierro por el organismo. Beber leche en exceso puede conducir a la anemia.
Los expertos en nutrición también consideran que la leche promueve la obesidad en los niños, ya que contiene grandes cantidades de grasa saturada y colesterol.
Muchas enfermedades como los problemas del corazón, la diabetes y hasta el cáncer tienen en este tipo de alimentación un factor de riesgo.
¿Qué pasa sin un niño no toma leche en su infancia?
Si un niño no toma leche en su infancia, no pasa absolutamente nada. La idea de consumir este producto lácteo es que el cuerpo pueda obtener los nutrientes necesarios para su buen funcionamiento. Si estos ingresan a través de otros alimentos, el organismo se mantiene saludable.
Es un mito creer que solo la leche aporta los compuestos básicos para el crecimiento infantil. Los frutos secos y las legumbres, así como el salmón y las sardinas, contienen grandes cantidades de calcio. En cuanto a la vitamina D, alimentos como los cereales, el jugo de naranja, la leche de soja, el atún y la yema de huevo también la poseen. Por su parte, la proteína puede ser obtenida de los pescados, la carne, el huevo y los granos.
Ningún mamífero toma leche después del destete. Y la leche de vaca solo la toman los terneros. Lo que sí es absolutamente necesario que el niño tome leche materna al nacer y que la lactancia sea la vía principal de alimentación, pero en la dieta infantil después de los dos años no tiene que estar incluida la leche de vaca.
Así que si a un pequeño no le gusta beber leche de vaca, no hay necesidad de obligarlo. Todos los nutrientes necesarios para que crezca y se desarrolle están presentes en otros alimentos saludables, lo cual nos asegura que no es realmente necesario que los niños tomen leche.
Fuente: ojo científico
