Bone broth o caldo de huesos: lo último en tendencias de nutrición

Los fans de este alimento aseguran que el consomé puede fortalecer el sistema inmunitario, reducir los dolores y la inflamación de las articulaciones y hasta mejorar la salud intestinal.

En realidad no hay suficientes pruebas científicas para justificar esas afirmaciones, pero además de ser delicioso solo o como base de sopas, arroces y otros platos, el consomé es bajo en calorías y relativamente fácil de preparar en casa.

¿Te ha pasado que cuando crees que no vas a escuchar hablar de otra nueva tendencia en nutrición ahí aparece y te sorprende? Como en el mundo de la alta costura y el arte, también en el de la gastronomía hay tendencias que se van definiendo al inicio de cada año.

A veces son resultado de nuevos estudios que descubren beneficios y aportes de esos alimentos que antes se desconocían, otras veces está la mano de una buena campaña de publicidad, pero el caso es que siempre hay alimentos o platos que se ponen de moda.

Este año, la sorpresa entre los alimentos trendy es el caldo de huesos o bone broth, como se conoce en inglés. Sí, no es una broma, el consomé de huesos se ha vuelto tan popular que ya en Nueva York abrieron recientemente un café que solo vende diferentes tipos de caldo.

Los fans de este alimento aseguran que el consomé puede fortalecer el sistema inmunitario, reducir los dolores y la inflamación de las articulaciones y hasta mejorar la salud intestinal.

En realidad no hay suficientes pruebas científicas para justificar esas afirmaciones, pero además de ser delicioso solo o como base de sopas, arroces y otros platos, el consomé es bajo en calorías y relativamente fácil de preparar en casa.

Eso sí, mucho cuidado con los que venden en los supermercados, que pueden ser una amenaza para el bolsillo y tener montañas de sodio, lo cual ocasionaría más problemas de salud que beneficios.

Estas son algunas de las razones demostradas por las que debes probar los caldos de hueso, además de porque saben muy rico:

Contienen muchos nutrientes como potasio, magnesio, calcio, aminoácidos y colágeno.

De acuerdo con varios estudios, las sopas preparadas con caldo ayudan a mantener por más tiempo la sensación de saciedad, algo muy valioso para las personas que hacen dietas.

Algunas investigaciones reafirman la idea de que las sopas de pollo pueden tener propiedades curativas.

Es poco probable que el consumo de líquido adicional en forma de caldo resulte dañino.

Uno de los elementos esenciales de la dieta Paleo, el caldo de huesos ya está al mismo nivel que los jugos verdes o el agua de coco y puede aderezarse con diferentes ingredientes, dependiendo del gusto.

Se le puede agregar cúrcuma fresca (turmeric), aceite de chile casero y hasta la médula de res alimentada con pasto si buscas una merienda más cargadita. Sally Fallon Morell, presidenta de la Fundación Weston A. Price, una organización dedicada a promover los beneficios de los alimentos y la cocina preindustrial, y autora de Nourishing Broth tiene algo que decir al respecto: “Siempre entre muchas culturas se ha sabido que el caldo de huesos le sienta bien al estómago y calma los nervios”.

Aunque todos los beneficios que se le atribuyen al caldo de huesos no sean ciertos, sin duda es una manera de alimentarse que ha desafiado el paso del tiempo, y siempre ha estado presente en las cocinas asiáticas y latinas.

Algunos atletas ya han descubierto sus beneficios, y según afirma The Washington Post, los jugadores de los Lakers lo han estado tomando desde la temporada 2012-2013. ¿Te animas a probarlo?

Fuente: SiempreMujer

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