Súper semillas para tu dieta

De acuerdo con John Summerly, nutricionista, herbolario y homeópata, estas son las súper semillas que no pueden faltar en tu dieta diaria por todas las ventajas nutricionales que aportan.

Con altas concentraciones de proteínas, aceites esenciales, vitaminas, minerales, las semillas más nutritivas y recomendadas para tu dieta puedes consumirlas en una variedad de ensaladas, cócteles, jugos, smoothies o simplemente al condimentar tus alimentos.

Posee propiedades terapéuticas por el ácido elágico, flavonoides, antocianos, antocianinas. Su gran poder para prevenir el riesgo de enfermedades del corazón se deben a sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios.

La semilla de la granada aporta 16% de las necesidades diarias de vitamina C, además es una fuente natural de vitaminas B5, E, A, potasio, ácido fólico y fenoles.

Tiene propiedades hipoglucemiantes, es decir, ayuda a controlar significativamente los niveles de glucosa en la sangre y solo media taza contiene 80 calorías.

Puedes consumir estas semillas en jugos, agua o té. Si lo prefieres en un delicioso postre o comerlas naturalmente.

El extracto de jugo de semilla aporta numerosas ventajas para la salud. Entre ellas, previene el deterioro cognitivo y reduce la gravedad de cáncer de piel, ya que es muy alta en proantocianidinas.

Al mismo tiempo, es benéfico para el tratamiento de la debilidad ósea causada por un bajo nivel de calcio y favorece la cicatrización de heridas.

Por estos beneficios, especialistas explican que la dosis sugerida del extracto de jugo de semilla debe mantenerse de 100 a 300 miligramos por día.

Las fibras de esta semilla activan la función intestinal. Comer 2.5 gramos ayuda a modular el hambre, por lo que favorece la pérdida de peso.

Una opción para aprovechar sus beneficios es añadiendo en un vaso de agua una cucharadita rasa de linaza (para darle sabor agrega jugo de limón) y tómala antes de cada comida. Esto te mantiene en tu peso.

Además, su rico contenido de ácido alfa linolénico y lignanos protege a tu organismo de la inflamación, reduciendo el riesgo de desarrollar algún tumor cancerígeno.

4. Sésamo

Consumir 40 gramos todos los días durante cuatro semanas es una forma natural para reducir los niveles de colesterol “malo” en la sangre. La sesamina y sesamolina tienen una acción antioxidante sobre las lipoproteínas de alta densidad (LDL).

Puedes incluirlas como guarnición para ensaladas, así como en alimentos de repostería. Una buena medida es sustituir el aceite tradicional de cocina por la de sésamo.

Debido a que son muy calóricas, 100 gramos contienen 598 calorías, cuida de no consumirlo en grandes cantidades.

Es una abundante fuente de vitamina E, principal antioxidante liposoluble del cuerpo, lo cual te ayuda a nutrir y rejuvenecer la piel. Puedes comerlas solas, con un puñado tres o cuatro veces a la semana es suficiente.

Al consumir semillas de girasol obtienes magnesio, mineral esencial que previene dolores de cabeza de migraña, controla la presión arterial y reduce el riesgo de ataque cardíaco y derrame cerebral.

La recomendación general es comer las semillas en su forma natural, ya sea remojadas, molidas o en puré. Evita las que contengan sal, azúcar o estén tostadas.

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