Las personas con este padecimiento pueden cancelar sus actividades con tal de ir al gimnasio.
Apenas se suben a la elíptica y no dejan de ver cuántas calorías están quemando por minuto, si comen un chocolate, corren a quemarlo por lo que consideran un “atracón”, y sí, son capaces de cancelar sus actividades diarias con tal de ir al gimnasio. Así son las personas con gymorexia.
La gymorexia es uno de esos trastornos alimenticios, cada vez más comunes, pero también difíciles de detectar pues son muy silenciosos.
Y es que la prioridad de una persona que padece gymorexia es, no ir al gimnasio para estar en forma, sino para no engordar.
En casos más extremos, las personas con este trastorno realizan rutinas de ejercicio pensadas para personas más centradas en el deporte, pero con una dieta baja en calorías por lo que su salud se puede ver afectada con baja de presión, mareos e incluso desmayos al momento de hacer ejercicio.
Tal es el temor de la persona a engordar, que una dieta, que ellos creen balanceada no basta, sino que el ejercicio es la forma para solucionar el problema: no subir de peso.
Sin embargo, como bien explican los nutriólogos y entrenadores, cuando se hace ejercicio, es probable que la persona aumente de peso y no por un incremento es su índice de masa corporal, sino por su incremento de masa muscular.
Características de una persona con gymorexia:
Si se da un antojo, dejará todas actividades sociales que tiene para ir al gimnasio a quemar su remordimiento.
Pese a que pueden saber mucho de nutrición y comidas balanceadas, en la práctica no aplican esos conocimientos.
Su gran problema? No se ven gordos. SE SIENTEN GORDOS.
¿Cómo solucionarlo?
Se requiere ayuda de un especialista en el área mental para que trate el problema de fondo.
Fuente: actitudfem.com
