(CNN) — Él tenía la misma edad que ella y ya había pasado por muchas cosas. A los 16 años, Danny había sido diagnosticado con nefropatía por IgA, una enfermedad renal inflamatoria y había estado en fallo renal desde 2012, el mismo año en el que perdió a su padre a causa de un cáncer en el cerebro.
El electricista de Louisville, Kentucky, trabajaba a tiempo completo y se sometía a sesiones de diálisis de cuatro horas tres veces a la semana para permanecer con vida mientras esperaba un trasplante.
El 16 de enero del 2014, Ashley oyó a su madre mientras le contaba a su abuela sobre Danny. El joven y su madre acababan de estar en un programa de radio en el que compartieron su historia. Ninguno de sus familiares era elegible para donar sus riñones, y los donantes anónimos que se ofrecieron como voluntarios no eran compatibles.
Ashley inmediatamente sintió compasión por este extraño de voz suave.
Al día siguiente cumplía 25 años. Ella contactó a la mamá de Danny a través del presentador de radio y dijo que no podría pensar en nada mejor qué hacer para su cumpleaños que darle a alguien el regalo de la vida.
Antes de que ella escuchara la historia de Danny, siempre había estado dispuesta a donar sus órganos después de su muerte, pero nunca había considerado ser una donante en vida. Danny tenía sangre tipo O, lo que significa que solo era compatible con un donante con sangre tipo O. Ella sabía que tenía el tipo de sangre correcto. Tendría que someterse a una serie de otras pruebas de sangre, al igual que exámenes físicos y psicológicos para ver si era elegible para darle un riñón a Danny.
Se determinó que Ashley y Danny eran compatibles para el trasplante.
¿Quién iba a pensar que se iban a enamorar?
"Nunca en un millón de años pensé que sería una compatibilidad perfecta y terminaría así", dijo Ashley.
La mamá de Danny, Denise Stutzenberger, dice que incluso antes de conocer a Ashley, ella estaba convencida de que su hijo terminaría casándose con ella.
"Le dije: 'Tú vas a ser mi nuera, solo que aún no lo sabes'", dijo. "No sé cómo explicarlo. Algo en mí me lo dijo".
Más de 100.000 estadounidenses necesitan un riñón, y menos de 17.000 personas reciben uno cada año, de acuerdo con la Fundación Nacional del Riñón. Menos de 6.000 de esos provienen de donantes en vida, y menos de 200 donantes en vida son como Ashley, sin relación o parentesco con la persona en necesidad.
Ashley no quería conocer a Danny o a su familia hasta que se aprobara la cirugía.
"Ella tenía miedo de defraudarnos. Todo lo que quería hacer era abrazarla. Ella era nuestro ángel", dijo la mamá de Danny.
Las dos familias se unieron en los meses previos al trasplante el 17 de abril en el hospital Albert B. Chandler de la Universidad de Kentucky en Lexington. La noche antes de sus cirugías, Danny le dio a Ashley un joyero musical, inscrito con las palabras " Ashley, eres un ángel... Danny". Reproducía "I'll Be There", de Jackson Five.
El fin de semana del Día de los caídos en guerra, tras haber superado el trasplante, la pareja sintió que tenían una conexión más profunda, pero fueron cautelosos.
"Ambos acordamos que no queríamos estropear la relación entre nosotros o nuestras familias, debido a que para entonces estábamos vinculados de por vida", dijo.
El 5 de junio, Danny le pidió a Ashley que fuera su novia. Ellos han sido inseparables desde entonces y están esperando una niña, Berkli, quien nacerá en junio. Danny le propuso matrimonio para Navidad.
Ashley es la que más habla; ella es la que te da una sensación de su amor. Danny realmente no es de los que hablan acerca de sus sentimientos.
"Supongo que puedes decir que simplemente nos enamoramos", dijo. "Le dije que quería estar con ella para siempre".
Danny tomará medicamentos en contra del rechazo por el resto de su vida, pero él dijo que ahora está bien de salud. Sin embargo, el riñón de Ashley no durará para siempre. Cuando falle, en aproximadamente 20 a 30 años, "haré lo que pueda para que le den uno nuevo", dijo. "Desearía tener cincuenta riñones para dárselos".
Ashley dice que ha sido un romance intenso.
"Siento que mis pies no han tocado el suelo", dijo. "Simplemente ha sido un viaje increíble, inesperado y afortunado".