«Sapiosexual» (del latín: «sapiens», «sabio») alude a aquellas personas, tanto hombres como mujeres, que sienten atracción sexual por la inteligencia del otro.
Cuando un hombre hace un comentario intelectual o te divierte con un chiste inteligente, ¿te sientes atraída? Tal vez seas una mujer sapiosexual. Descúbrelo a continuación.
El origen de la palabra. “Según la definición del diccionario urbano, una persona sapiosexual es alguien que encuentra la inteligencia y la mente humana como las características más atractivas en el sexo opuesto. El origen del término viene de la palabra ‘sapiens’, lo que significa ‘sabio o prudente’, y la palabra, sexual”, indica la escritora y autora Diana Raab, en la revista Psychology Today.
Una elección a largo plazo. “Los sapiosexuales no se guían por cuestiones físicas o de otra índole, sino que valoran la inteligencia y sienten por ello excitación sexual. De todas maneras, no tiene que ser necesariamente para tener relaciones sexuales casuales, sino que se orienta más a una elección a largo plazo”, explica Miren Larrazabal, psicóloga clínica y sexóloga en el sitio español ABC.
Más mujeres sapiosexuales. Aunque el término es aplicado para ambos sexos, hoy en día “parece que hay más frecuencia en las mujeres por una diferencia de género. A nosotras, cuando nos preguntan cuáles son los valores que buscamos en la atracción, valoramos mucho la inteligencia. Esto no quiere decir que los hombres la valoren menos, pero responden antes con otras variables que parecen prioritarias”, según Larrazabal.
¿Cómo saber si soy sapiosexual? “Si estás en un salón lleno de gente y sientes una atracción particular por aquel que tiene una buena conversación, humor fino, capacidad para resolver problemas fácilmente, usa correctamente la información que tiene en su memoria, o es muy bueno en lo que hace, entonces quiere decir que valoras la inteligencia y los talentos de ese individuo”, sostiene el psicólogo José Alonso Peña Herrera, en el sitio colombiano Kien y Ke.
Si no sabes lo que es un sapiosexual, descúbrelo aquí
Discusiones de alto contenido intelectual como juego previo. Como parte del juego previo de una relación sexual, un sapiosexual sería capaz de generar discusiones filosóficas, políticas o psicológicas, porque lo excita. “Aunque la atracción no esté siempre conectada con la sexualidad, es algo frecuente”, según indica Raab.
En busca de la estabilidad. La atracción de los sapiosexuales podría estar basada en una variable biológica, “que hemos heredado, donde buscamos determinados factores: un hombre fuerte, seguro, confiado, y que de alguna manera nos asegure la estabilidad de la prole”, detalla Larrazabal.
La sapiosexualidad no es un fetiche. Es importante destacar que esta orientación no es sinónimo de fetiche sexual. Sin embargo, “Cuando una persona exagera esta preferencia, sin poder controlar sus impulsos, o que solo logra la excitación sexual a través de este rasgo, podría tener una patología o un fetiche sexual, que genera dificultades en la vida cotidiana o incluso riesgos para la salud propia y de los demás”, explica Peña herrera.
¿Ninfómanas de la mente? “Los sapiosexuales son estimulados o desafiados por la manera en que la otra persona piensa. Ellos están básicamente enamorados de la mente, por lo que a veces estos individuos también han sido llamados ‘nymphobrainiacs’ (como ‘ninfómanos del cerebro’, en español), aunque esta denominación puede sonar un poco extrema y patológica”, sostiene Raab.
Las raíces, en la niñez. Mucho de lo que somos tiene sus raíces en la infancia. “Lo ocurrido en esa etapa podría servir como disparador de nuestra personalidad, especialmente con nuestra intimidad. Tiene que ver con la relación con nuestros padres, nuestro primer amor y el primer encuentro. Tal vez, lo que buscamos en un compañero es lo que en realidad queremos para nosotros”, reflexiona la escritora.