Llegar cinco minutos tarde puede ser normal para algunos, pero hay personas que toman con seriedad su tiempo y ven en la impuntualidad falta de consideración hacia los demás.
Como muchos hábitos, la puntualidad es más difícil para algunos que para otros, pero es una habilidad que se puede aprender con trucos sencillos para convertirte en la persona que llega temprano y termina sus proyectos con tiempo de sobra.
A continuación te mostramos cinco hábitos de aquellas personas que siempre son puntuales:
1. No postergan la hora de levantarse. Despertar es la primera cosa del día que muchos postergan. Si eres de los que pulsa el botón de repetición en su alarma y vuelve a dormir, o accidentalmente desactiva la alarma despiertas 30 minutos más tarde en estado de pánico, levantarte será una cosa fácil de retrasar.
Solución: pon tu alarma fuera de tu alcance. El movimiento físico de la cama será una manera segura de salir de la cama.
2. Saben qué van a desayunar desde la noche anterior. Todo el mundo sale de casa corriendo, pero la gente puntual tiende a tener sus mañanas preparadas antes de ir a la cama la noche anterior.
Sus zapatos y llaves están en la puerta y su desayuno ya está listo. Algunos incluso dejan su ropa lista la noche anterior.
3. Terminan las tareas a tiempo. A menudo, las personas que llegan tarde simplemente quedan atrapados en pasar de una actividad a otra, dice Julie Morgenstern, autora de Time Management from the Inside Out. La gente que es consciente del tiempo, por otro lado, traza sus tareas con antelación y entiende cuánto tiempo deben dedicar a cada proyecto. Haz la pregunta: “¿cuánto tiempo tomará esto?” y descubrirás que es más fácil resolver las cosas.
4. Toman tiempos “muertos”. Parte de la psicología de la tardanza es el temor de espera o quedarse sin nada que hacer.
Las personas que están perpetuamente retrasadas, a menudo tratan de asegurarse de mantenerse ocupados, e incluso la simple idea de sentarse en el vestíbulo de un médico los pone ansiosos. Morgenstern sugiere usar este tiempo para ponerte al día en tareas simples, como mandar correos electrónicos o leer el libro que has querido hojear desde hace tiempo.
5. Tienen la habilidad de calcular meticulosamente. Las personas puntuales son planificadores muy serios. Ellos trazan sus días, a menudo hasta el tiempo que les tomará caminar, o los minutos en el tráfico, lo que significa que rara vez se retrasan. Si quieres ser así, sólo tienes que medir el tiempo que te toma completar tareas simples durante tres días seguidos.
Averigua cuánto tiempo tardas en llegar de tu cama a la puerta de tu casa, y luego desde la puerta de tu edificio a tu escritorio, con una parada para comprar un café en el camino. Al poco tiempo, te convertirás en un maestro de tiempo. ¿Lo ves? Ser puntual no es tan difícil. Aunque si todo sale mal intenta con estas excusas para no tener que llegar temprano.