La flora intestinal buena podría beneficiar la salud mental

En los seres humanos, la relación entre los microbios del intestino y la salud mental está empezando a quedar claro.

Un nuevo estudio publicado en Psicofarmacología sugiere que fomentar el crecimiento de bacterias benéficas ayuda a modular la forma en que procesamos la información y tal vez podríamos ayudar a aliviar la ansiedad y la depresión.

Hay probióticos (bacterias “buenas”), y luego están los “prebióticos”, fibras ingeribles que ayudan a aumentar el crecimiento de nuestra microbiotia nativa beneficiosa.

Los investigadores están cada vez más interesados en saber si ésta podría utilizarse (y cómo) para mejorar la respuesta del paciente a los fármacos psiquiátricos.

Así que, para estudiar los efectos de los prebióticos sobre la secreción de la hormona del estrés, cortisol, Philip Burnet de la Universidad de Oxford, y sus colegas, reclutaron a 45 personas de entre 18 y 45 años para ingerir cualquiera de los dos tipos de prebióticos o un placebo todos los días.

Al final del período de tratamiento de tres semanas, los voluntarios completaron varias tareas computarizadas que permitieron al equipo a evaluar la forma en que procesan la información emocionalmente sobresaliente – y si estaban sesgadas hacia lo positivo o lo negativo. Los investigadores también sacaron muestras de los niveles de cortisol en la saliva de los participantes después de despertarse por la mañana – llamadas “respuesta salival del cortisol al despertar” – antes y después de que la prebiótica (o placebo) se administró.

En comparación con el grupo bajo control, las personas que tomaron prebióticos tiendieron a prestar más atención a la información positiva, y su respuesta salival del cortisol al despertar fue significativamente menor. Los hallazgos sugieren que los del grupo de prebióticos tienen “menos ansiedad sobre los estímulos negativos o amenazantes,” Burnet dijo a Live Science. Sin embargo, no encontraron ningún cambio en los niveles de autopercepción de los reclutas de estrés y ansiedad. Esto podría haberse debido al corto período de tiempo que estuvieron con los prebióticos, añade.

Esta supresión de la respuesta al estrés es consistente con los hallazgos previos de cambios de microbiota, aunque los investigadores aún no están seguros de cómo estos cambios podrían estar afectando el cerebro. Según Burnet, las bacterias intestinales pueden estar afectando el sistema inmunológico, que, a su vez, podría ser que influye en el cerebro.

Te podría interesar

Deja tu comentario

Populares