Si no duermes bien, podría ser culpa de tus genes

El doctor Daniel Gottlieb, investigador sobre el sueño y profesor asociado de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, indicó que "los patrones de sueño son influidos por las diferencias genéticas".

"Este estudio es uno de los primeros en comenzar a identificar esas diferencias genéticas, y con algo de suerte nos ayudará a comprender mejor las causas de los trastornos del sueño y su relación con otras enfermedades importantes", informó el portal de noticias Healthy Day.

Dentro de los puntos fuertes del estudio está que las variantes genéticas hacen una diferencia respecto a unos cuantos minutos de sueño por noche. Pero esta investigación podría apuntar a que ciertos genes favorecen trastornos como el déficit de atención con hiperactividad y la diabetes, aseguró Gottlieb.

¿Se hereda el mal sueño? Los científicos creen que varios aspectos del sueño, entre ellos en qué momento y durante cuánto tiempo duermen las personas, son hasta cierto grado heredados, dijo Gottlieb. Por otro lado, la duración del sueño se vincula con afecciones como la diabetes, la hipertensión y la depresión, señaló. Es posible que una variación genética provoque problemas del sueño, lo que entonces causa, por ejemplo, hipertensión, planteó Gottlieb. Pero también es posible que el gen en sí afecte a ambas cosas de forma directa, dado que "la mayoría de genes tienen múltiples funciones", añadió.

El estudio clínico En el estudio, los investigadores examinaron los genes y los hábitos de sueño de 47 mil180 personas de ascendencia europea y los de 4 mil 771 afroamericanos. En él, identificaron un área del ADN que parece influir sobre cuánto tiempo duerme un individuo.

Los que portaban una de las variaciones genéticas no solo dormían un poco más, sino que también tenían unos niveles más bajos de trastorno por déficit de atención con hiperactividad y unos niveles más bajos de azúcar en sangre. La otra área identificada en el ADN, vinculada con un sueño de menor duración, se había asociado antes con problemas psiquiátricos, como un riesgo de depresión y esquizofrenia, dijeron los investigadores.

Jim Horne, del Centro de Investigación sobre el Sueño de la Universidad de Loughborough en Inglaterra, advirtió que los hallazgos del estudio no deben ser interpretados en exceso. "El efecto de esos genes sobre el sueño es minúsculo, ya que no explica más que unos cuantos minutos del sueño total por noche", comentó.

Por ahora, la investigación no tendrá ningún impacto inmediato sobre la prevención, el diagnóstico ni el tratamiento de los trastornos del sueño, comentó Gottlieb. Pero "una meta a largo plazo de esta investigación es una mejor comprensión sobre los trastornos del sueño, que incluya una identificación temprana de los que estén en riesgo de los trastornos del sueño para prevenir que ocurran", aseguró.

El estudio aparece en la edición del 2 de diciembre de la revista Molecular Psychiatry.

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