De la familia de las calabazas, esta hortaliza es muy baja en calorías pero alta el aportes vitamínicos.
Primo-hermano de la calabaza, el calabacín es un alimento típico del otoño y muy apropiado para personas que buscan mantener su peso de una forma saludable.
Está compuesto por un 95% de agua y su aporte calórico es muy bajo. Por cada 100 gramos de esta hortaliza encontramos 15 calorías. Además, contiene vitaminas de los grupos B y C y minerales como el potasio, magnesio, sodio, yodo y hierro y es bajo en azúcares y en hidratos de carbono, lo que hace de esta hortaliza un alimento magnífico para niños y mayores.
El calabacín, además, es muy versátil en la cocina. Se puede tomar crudo, a modo de ensalada, a la plancha, rebozado o al horno.
Una manera divertida de prepararlo es hacer unas pequeñas pizzas con el calabacín como base. Sólo hay que cortarlo en rodajas de 1cm de grosor y ponerle pavo, una rodaja de tomate y queso parmesano para luego meterlo al horno durante 12-15 minutos. Si le añades un poco de orégano, creerás estar tomando una pizza de verdad. Pero mucho más saludable.
Fuente: Harperbazaar