Tuits que previenen el VIH

Cada día hay más de 500 millones de tuits relacionados con el VIH y el sida en EE.UU. Una cantidad de información que, según un artículo publicado en «Trends in Microbiology», puede ser de gran utilidad para prevenir la infección del VIH.

Hasta ahora los investigadores en salud pública se han centrado en las aplicaciones de las redes sociales en el seguimiento de manera fiable de la propagación de enfermedades como la gripe. Pero Sean Young, del Centro de Comportamiento Digital de la Universidad de California-Los Ángeles (EE.UU.), en su trabajo, cree en un futuro en el que las redes sociales pueden predecir e incluso cambiar los resultados biomédicos.

Con las herramientas adecuadas en el lugar preciso, dice, tuiter y facebook ofrecen una rica fuente de datos psicológicos y de salud que se generan en un entorno en el que las personas están más dispuestos a compartir libremente.

Su trabajo sugiere la posibilidad que los conocimientos los obtenidos a partir de las redes sociales puedan utilizarse para ayudar a los gobiernos, departamentos de salud pública, hospitales, etc. a monitorizar los comportamientos de salud de las personas. Es decir, «para saber dónde, cuándo y cómo podríamos ser capaces de prevenir la transmisión del VIH».

El trabajo de YOoung ha comprobado que muchos hombres que tienen sexo con hombres comparten una enorme cantidad de información personal a través de las redes sociales. Además ha visto que las personas que hablan sobre aspectos relacionados con la prevención del VIH en las redes sociales son más propensos a hacerse posteriormente la prueba de VIH.

Y en cuanto a la prevención del VIH, Young ha demostrado que los tuits pueden servir para identificar a las personas que están a punto de participar en comportamientos de riesgo, tanto sexuales como relacionados con las drogas. Esos tuits, afirma, se pueden relacionar con determinados lugares y relacionarlos con las tendencias actuales de la infección por el VIH.

Sin embargo Young cree que ahora hace falta una infraestructura actualizada y herramientas para manejar todos esos datos. Y, a pesar de las consideraciones de privacidad que plantean las redes sociales, que no deben ser ignoradas, Young considera que muchas personas ya se han acostumbrado a compartir información. «Dado que las personas ya se están acostumbrando debemos apoyar a los investigadores de salud pública en el uso de estos mismos métodos para tratar de mejorar nuestra salud y bienestar», afirma.

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