Es muy poco probable ébola se transmita por el aire

 Ir en autobús o en un elevador con gente que moquea, tose y estornuda es uno de los aspectos más desagradables de la temporada de gripe.

En estos días, esas mismas toses y estornudos pueden resultar aterradores, dado que la epidemia de ébola en África occidental ha hecho su presencia en Estados Unidos, con los primeros casos diagnosticados en Dallas.

Pero las personas no están en peligro de ébola debido a esos moqueos públicos, según un panel de expertos sobre la enfermedad reunido el miércoles por la revista New England Journal of Medicine para una sesión informativa.

La evidencia de esta epidemia y de brotes anteriores de ébola sugiere firmemente que el letal virus no puede transmitirse mediante una tos ni un estornudo, apuntó el Dr. Armand Sprecher, especialista en salud pública de la organización de ayuda Médicos Sin Fronteras.

"Si hubiera una transmisión aérea significativa, veríamos casos generados de forma espontánea sin ningún vínculo con un caso conocido. Habría casos de transmisión casual", dijo Sprecher en respuesta a preguntas de profesionales sanitarios.

Cuando los expertos investigan la forma en que las personas han contraído ébola, "inevitablemente conduce a una exposición significativa" mediante un contacto directo con una persona muy enferma o con un cadáver lleno del virus, aseguró Sprecher.

Por eso las nuevas directrices de salud para los trabajadores sanitarios que tratan a los pacientes de ébola se enfocan en trajes del cuerpo entero que no dejan ninguna parte de la piel expuesta, apuntó el Dr. Arjun Srinivasan, director asociado de los programas de prevención de infecciones asociadas con la atención de la salud de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

"La mejor evidencia que tenemos sugiere que la ruta abrumadora de transmisión es a través de contacto directo de los fluidos contaminados con la piel herida o las membranas mucosas", señaló Srinivasan.

Los fluidos en cuestión son principalmente vómito y diarrea, que se contraen a medida que el ébola avanza. Los expertos dijeron que las personas se vuelven más infecciosas a medida que se enferman de ébola con más gravedad, mientras aumenta la cantidad de virus en su sistema.

En el primer día de la enfermedad, cuando simplemente se tiene fiebre, pero no una producción de fluidos corporales, no se observa una transmisión de la enfermedad a través del contacto casual, señaló Srinivasan. "Así que suponemos que no se transmite con facilidad en el periodo de incubación, y ni siquiera en el primer día o dos de la enfermedad", dijo.

Nadie de la familia del primer paciente diagnosticado con ébola en Estados Unidos, Thomas Eric Duncan, se infectó, aunque estuvieron en la casa con él cuando se enfermó con vómitos y diarrea, anotaron los expertos.

"Creo que es algo que es particularmente importante que recordemos", aconsejó Srinivasan.

Pero los expertos admitieron que esas afirmaciones se basan en observaciones de los epidemiólogos, no en evidencia científica firme. No se ha realizado suficiente investigación como para proveer respuestas definitivas, porque los brotes de ébola han sido tan poco comunes.

Por ejemplo, dijo Sprecher, la evidencia de que las personas que han sobrevivido a una infección con ébola no son infecciosas para las demás, aunque quizá porten vestigios característicos de material genética de ébola en sus sistemas, es "muy, muy débil".

"Los pacientes vuelven a casa y no producen más casos en sus ámbitos domésticos, así que no son infecciosos, hasta donde sepamos", dijo.

Los médicos tampoco pueden afirmar de forma definitiva que los supervivientes al ébola sean inmunes a las infecciones futuras, aunque algunos pacientes actuales reciben transfusiones de supervivientes anteriores con la esperanza de que los anticuerpos les ayuden a defenderse del virus.

Los supervivientes al ébola sí portan anticuerpos específicos del virus, pero dado que nadie se ha vuelto a contagiar, los médicos no tienen ninguna idea de qué tanta protección proveen esos anticuerpos.

"No conozco datos que confirmen de forma absoluta que alguien que ya se haya infectado no pueda volver a contagiarse", dijo el Dr. Jeremy Farrar, director de Wellcome Trust, una fundación caritativa global que contribuye a la respuesta contra el ébola.

Los expertos que participaron en la sesión informativa también proveyeron una actualización sobre los esfuerzos médicos por parar la epidemia de ébola en Guinea, Liberia y Sierra Leona.

El ébola ha acabado con las vidas de más de 4,900 personas, mayormente en esos tres países, de un total de casi 10,000 casos.

La epidemia ha dañado gravemente "unos sistemas sanitarios que ya tenían unas carencias grotescas de personal antes de las pérdidas de este año", lamentó el Dr. Paul Farmer, cofundador de Partners in Health, una organización sanitaria global dedicada a mejorar la salud de las personas pobres.

Por ejemplo, Liberia tiene varios millones de residentes, pero menos de 50 médicos que trabajan en el sistema público de suministro de salud.

"Varios de los proveedores de atención que conocimos a principios de año han muerto de ébola", señaló Farmer, y añadió que 97 de los 125 médicos y enfermeros infectados con ébola en Sierra Leona también han muerto.

"Ahora mismo, ese es el núcleo de la crisis, que los sistemas de atención de salud primarios y secundarios han colapsado", advirtió.

No hay suficientes unidades de tratamiento para el ébola, añadió Farmer, y las unidades que existen no están suficientemente distribuidas para combatir el virus de forma efectiva en todas las zonas de los países.

En esas unidades de tratamiento, los suministros también siguen escaseando, comentó Farmer.

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