APUNTE.COM.DO, SANTO DOMINGO. -La falta de acceso al agua potable segura se perfila como una de las mayores amenazas para la salud pública mundial, afectando a miles de millones de personas y agravando enfermedades que ya deberían estar controladas en pleno siglo XXI.
De acuerdo con datos de Naciones Unidas, más de 2,200 millones de personas en el mundo carecen de acceso a agua potable gestionada de forma segura, una realidad que expone a comunidades enteras a enfermedades como diarreas, cólera, hepatitis A y fiebre tifoidea.
La crisis hídrica se ha visto intensificada por el cambio climático, el crecimiento poblacional, la contaminación de ríos y acuíferos, y la mala gestión de los recursos naturales, especialmente en regiones de África, Asia y América Latina.
Expertos en salud advierten que la escasez de agua no solo incrementa las enfermedades infecciosas, sino que también afecta la higiene básica, la nutrición y la atención médica, convirtiéndose en un factor multiplicador de la pobreza y la desigualdad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que garantizar agua potable y saneamiento adecuado podría prevenir cientos de miles de muertes cada año, además de reducir significativamente la presión sobre los sistemas de salud.
Comentario de Apunte.com.do
Para el periodista y abogado Ramiro Estrella, director ejecutivo de Apunte.com.do, “hablar de salud sin hablar de agua potable es una contradicción. Donde falta agua segura, la enfermedad encuentra terreno fértil para propagarse”.
La comunidad internacional enfrenta el desafío urgente de invertir en infraestructura hídrica, proteger las fuentes de agua y garantizar este derecho humano esencial, antes de que la escasez continúe cobrando vidas de manera silenciosa pero constante.