10 pasos para tener mayor seguridad en ti mismo

La experta en comunicación Judi James afirma que la seguridad en sí mismo para salir, hacer amigos y conocer a gente nueva no siempre sale de dentro, aunque todos podemos conseguirlo.

A veces, solo quieres ser tú el que cautive al público, charlando alegremente, tonteando y llamando la atención de los amigos y parejas.

Aunque, en lugar de todo eso, es más probable que te quedes solo en un triste rincón, aferrado a tu copa y esperando a que alguien se compadezca de ti y que se acerque a decirte algo.

FINGIR SEGURIDAD

A pesar de que la timidez inicial puede ser atractiva en un sentido bonito, a la larga puede resultar aburrida, en especial para la persona que la sufre.

De manera que lo mejor que se puede hacer es fingirla. En verdad, es una habilidad sobrevalorada por circunstancias sociales. A nadie le gustan los mentirosos manipuladores y creídos, pero hay veces en que ayuda fingir seguridad.

MIEDOS FOSILIZADOS

Empezar por entender nuestros miedos ayuda bastante. La timidez social es un miedo fosilizado; es parte de nuestra reacción de supervivencia como animales y esto hace que sea estupendo afrontarlo. Ningún animal se sentiría cómodo caminando hacia un gran grupo de animales desconocidos. Si el grupo empezara a clavar la mirada o prestar algún tipo de atención, sería de esperar un ataque.

Aunque este miedo natural a los desconocidos, que es bastante normal, puede arraigarse y dispararse en los humanos, lo cual significa que la timidez también nos puede cohibir en relaciones “seguras” con amigos y parejas. Analizas demasiado todas tus acciones y palabras. Engrandeces la atención que se te presta e imaginas que todos te miran cuando, de hecho, lo más probable es que no lo estén haciendo. Lo que necesitamos es una omisión social, una manera de desconectar la mayor parte de las reacciones con miedo para sustituirlas con los niveles adecuados de seguridad en nosotros mismos.

Sin embargo, no es necesario transformarse en el macho alfa de lo social; el alma de la fiesta que controla la atención de cualquier grupo. La condición de autenticidad siempre debe formar parte de tu “acto” de seguridad, con lo cual dejarás que tus verdaderos rasgos de personalidad y demás fortalezas salgan a la luz y franqueen el umbral de la timidez que los separa de los demás.

A continuación, encontrarás un programa de diez pasos para lograr la seguridad en ti mismo cuando estás en sociedad:

1. NO PIERDAS NI UN SEGUNDO PARA PONERTE MANOS A LA OBRA

Es un error el concederse el lujo de ir calentando sobre la marcha y llegar callado y nervioso a un acto o una cita social para estar en tu salsa justo cuando ya se termina la velada.

La gente evalúa rápidamente así que más vale que lo intentes y que envíes las señales adecuadas desde el principio. Una cara tímida puede parecer una muestra de enfado y los brazos cruzados pueden sugerir que quieres que se te deje en paz, por lo tanto, céntrate en parecer agradable.

2. CAMBIA TU ESTADO

Esto significa cambiar el lenguaje corporal para parecer que tienes más seguridad en ti mismo. Es bastante fácil de hacer y además de causar un impacto interpersonal, lo cual quiere decir que la gente te verá simpático y cercano, también se enviarán señales intrapersonales, que te harán sentir también más seguro.

Antes de entrar en ningún sitio o de aparecer en una cita, para un segundo y respira hondo mientras te pones a la altura de las circunstancias. Mueve los hombros girándolos hacia atrás y relaja la expresión facial.

3. UTILIZA UNA CONEXIÓN VISUAL

Cuando nos falta seguridad, entramos en cualquier lugar y parecemos esquivos y desconfiados. Con el fin de mostrarte seguro de ti mismo, mira a las personas con las que te reúnes utilizando un gesto de conexión visual o una “sonrisa de ojos”. Pasea la mirada por cada persona en lugar de fijar la vista en el suelo.

Imagina que saludas a amigos que ya conocías de antes. Si saludas a las personas como si fueran tus enemigos, a menudo empezarán a actuar como uno de ellos.

4. DA UN BUEN SALUDO

El ritual de dar un buen saludo no se puede pasar por alto y deja patente la intención de la amistad. Un saludo frío o precavido es una señal de indiferencia o de frialdad, por lo que estúdialo de antemano y aprende a controlar los primeros segundos de la comunicación.

Si das un apretón de manos, asegúrate de que la palma esté bien abierta y de que el apretón sea lo bastante firme para mostrar cordialidad y compenetración. No dejes de tener contacto visual y de sonreír mientras las manos se juntan.

Si das un abrazo o lanzas un beso al aire, hazlo de forma natural y sincera. Si el saludo es cordial, cualquier silencio que se produzca ya no pasará por indiferencia.

5. UTILIZA EL CONTACTO CON LOS AMIGOS

El contacto es una de las formas más poderosas de comunicación y vale mucho más para mostrar interés y amabilidad que todas las palabras juntas. Si la timidez y el silencio te pueden, no desconectes nunca por completo de una situación de comunicación.

Al sentarte con los brazos cruzados y sin hablar parecerá que muestras tu negatividad e incluso tu crítica, pero si imitas el movimiento general del grupo, parecerá que estés participando.

Abrazar brevemente a buenos amigos o tocarles el brazo cuando dicen algo divertido te ayudará a mantener el impacto y la implicación en el grupo social.

6. UTILIZA SIGNOS DE ESCUCHA ACTIVA

Tener seguridad o parecer tenerla no significa ser el único en hablar. A las personas les gusta alguien que sepa escuchar y este siempre se califica como uno de los principales comunicadores de un grupo. Colócate en dirección a la persona que habla o mueve la cabeza de hablante a hablante si formas parte de un grupo, utiliza el contacto visual y asiente para mostrar tu interés y comprensión.

7. EVITA LOS ESCUDOS

Un escudo es un objeto que aporta comodidad y que utilizamos para hacernos sentir mejor cuando estamos bajo presión social. El escudo actual es el móvil, al que solemos recurrir como filtro social al jugar con él y leer mensajes o enviar tuits para protegernos del hecho de tener que entablar relación con gente con la que socializamos. Si juegas o utilizas el móvil, estás anunciando que ya tienes una especie de conversación con otra persona. Aferrarse al bolso o pegárselo al cuerpo también alejará a la gente como también lo hará juguetear con la bisutería o con el pelo.

Ponte ropa y lleva bolsos que se puedan manejar con facilidad para que no tengas que estar manoseándolos o ajustándolos todo el rato.

Si tienes una copa en la mano, aguántala a la altura de las costillas inferiores en lugar de llevarla al pecho o a la altura de la barbilla como si pusieras una barrera.

8. MUESTRA ESAS AXILAS

Cuando las mujeres en concreto se sienten bajo presión social, tendemos a empequeñecernos metiendo los codos en la cintura y haciéndonos parecer poca cosa. En las mismas circunstancias, los hombres suelen separar piernas y brazos y ambos miembros son pocas veces compatibles.

No hay necesidad de separarlos demasiado ya que parecerás arrogante; al contrario, te sentirás y te mostrarás más seguro al mantener los codos separados tan solo unos pocos centímetros del cuerpo. Si estás sentado, coloca los codos en los reposabrazos. Al hacer esto se forma un pequeño hueco en las axilas que sería un signo animal de seguridad.

9. IMAGINA QUE ESTÁN MÁS NERVIOSOS QUE TÚ

Cuando nos falta seguridad en nosotros mismos, solemos vivir en una burbuja de nerviosismo de nuestros propios miedos y preocupaciones. Sin embargo, pocas personas tienen total seguridad en fiestas o citas, la cuestión es que algunos ocultan sus miedos más que otros. La persona más extrovertida puede que sea la que tenga la autoestima más baja.

Considera el hecho de que otras personas necesitan tu ayuda para estar seguros en sociedad tanto como lo necesitas tú o incluso mucho más.

10. PREPÁRATE ALGUNOS TEMAS SIN IMPORTANCIA DE LOS QUE HABLAR

Tener siempre un monosílabo en la boca es terrible y, con frecuencia, es uno de los peores síntomas de timidez. Hacerte un guion de lo que vayas a decir puede sonar falso, pero es mucho mejor que aventurarse espontáneamente. Piénsate la respuesta cuando alguien te pregunta por tu profesión. Las respuestas como “Hago voluntariado”, “Soy informático” o “Trabajo en una tienda” pueden ser precisas, pero terminarán la conversación en lugar de empezarla.

Mejor piensa en decirle a la gente lo que realmente haces ya que hará que continúe la conversación. “Soy informático, lo que significa que me paso el día haciendo de niñera de todos los que se estresan porque sus ordenadores tienen problemillas técnicos insignificantes” alarga la conversación en lugar de terminarla.

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