¿De qué hablas con tu hija? Conductas sexuales de riesgo

La mayoría de las familias en todos los países del mundo ha reaccionado tradicionalmente de manera distinta ante la crianza de una hija o de un hijo.A ellas se las suele educar para que sean más dulces, juegan con muñecas -muchas veces sexis-, cocinitas y bebés de juguete.

Cuando son adolescentes la obsesión de los padres y madres suele ser, entre otras, que conserven su virginidad lo más posible y que no queden embarazadas.

Pero este miedo de los padres suele traducirse simplemente en una menor libertad de movimientos para las chicas, que deben llegar antes a casa a no ser que, quizá, salgan con sus hermanos mayores, por ejemplo. Este temor a que las jóvenes queden embarazadas no se ha traducido, muchas veces, en una verdadera educación sexual, así como tampoco los bebés de plástico con los que jugaban de pequeñas resultaron ser realmente educativos.

Los tabúes persisten aún hoy; no son propios de países como la India o de la década de los 50. Sin ir más lejos, en Estados Unidos se vivió el año pasado una controversia acerca de la vacuna el virus del papiloma humano, que aunque potencialmente puede salvar miles de vidas, resultó a muchos sospechosa de ser un posible aliciente para que las chicas tuviesen conductas sexuales de riesgo. Una asociación sin evidencia científica alguna, según los especialistas.

Y lo cierto es que, a fin de cuentas, la comunicación es lo que realmente ahorra embarazos no deseados: "El método mas efectivo para disminuir el embarazo adolescente es la comunicación y la educación", dice a Terra la doctora Elizabeth Yepez, ginecóloga y obstetra que actúa en Chicago, Estados Unidos. "Lo primero es que las jóvenes conozcan su propio cuerpo para entender cómo es que puede suceder un embarazo y así saber como prevenirlo".

Información sí, ¿pero qué?

En muchas familias aún la incomunicación es tal que las jóvenes llegan a no saber qué es el periodo o cómo realmente funciona el proceso de embarazo. Pero la verdad es que en la mayoría de los casos las chicas y los chicos saben lo básico: el acto sexual sin protección puede llevar a un embarazo no deseado. ¿Es esto suficiente?

No. Aún hay muchas lagunas de conocimiento que los padres, profesores, psicólogos, médicos y demás profesionales deberían rellenar. Empezando por cuestiones prácticas, no solo sobre embarazo sino sobre salud reproductiva en general. Algunos ejemplos:

Muchas chicas toman varias dosis de píldora anticonceptiva horas después de haber mantenido una relación sexual sin protección, lo que causa graves desequilibrios hormonales. Otras practican la "marcha atrás" con su pareja (el pene sale de la vagina justo antes de eyacular, lo que no solo puede contagiarles de enfermedades letales sino que entraña mucho riesgo de embarazo). En muchos casos jóvenes que se quedan embarazadas afirman estar sorprendidas porque "fue solo una vez" o "duró poco".

Y muchas veces la información es sobre el acceso a los métodos anticonceptivos, porque las chicas pueden conocerlos pero no usarlos bien o no sabér cómo o donde comprarlos. "Es importante que los jovenes tengan acceso a los métodos anticonceptivos para que puedan tomar los pasos necesarios para prevenir un embarazo si estan teniendo relaciones sexuales", recuerda la doctora. "Las infecciones transmitidas sexualmente pueden tener un impacto negativo en nuestra salud reproductiva y hasta costarnos la vida. Tenemos que educar los jovenes sobre la importancia de siempre usar condones".

Sobre estas cuestiones prácticas, el servicio de salud de la Comunidad de Madrid, España, desmiente varios mitos y falsas creencias y es tajante: el embarazo se puede producir:

- Aunque sea la primera vez que se tiene sexo. -Aunque se tenga la regla. -En cualquier posición que se haga, también de pie. -Aunque se haga una sola vez. - Aunque tenga la regla de vez en cuando. - Aunque se use un método anticonceptivo, si no se usa bien. -Practicando la marcha atrás, aunque él se retire "a tiempo" (el líquido preseminal contiene espermatozoides). La marcha atrás no es un método anticonceptivo.

Y no solo para prevenir el embarazo, sino una vez que este ya ha ocurrido, la información continúa siendo vital: "Un embarazo adolescente requiere cuidado especial para prevenir problemas durante y después del embarazo. Atención a la nutricion, cuidado prenatal, y una decisión sobre anticonceptivos después del parto es necesario para prevenir otro embarazo sin planear", recuerda

"La comunicacion entre padres e hijos es demasiado importante si queremos que nuestros hijos tengan el conocimiento adequado y correcto sobre su cuerpo y cómo protejerse. Si los padres no estan preparados para tener esta conversacion entonces es importante llevar a su hija o hijo a un médico para ayudar a con estos temas importantes pero que ellos encuentran difíciles de hablar", recomienda la doctora.

El error del "ya lo sé todo"

Un error clásico puede surgir del dar por hecho que ya sabemos lo que hay que saber sobre sexo. Como ya hemos visto, los chicos están lejos de saberlo todo. Pero es que tampoco los padres lo saben todo. Un ejemplo que ha hecho bastante ruido en los últimos meses es la práctica del juego sexual de "la ruleta". Un juego que, según recogen diarios como el español La Vanguardia, comenzó en Colombia pero ya es practicado al menos en España.

El juego consiste en que los chicos se sientan o tumban y las chicas van pasando de uno a otro siendo penetradas; el juego lo pierde el primer chico que eyacule. Un juego que con seguridad sus padres ni imaginan que existe.

Pues bien, el peligro de este juego no es solo el embarazo sino las enfermedades de transmisión sexual. Y esto, aunque se utilice condón, pues en este caso los chicos estarían protegidos pero las chicas estarían "totalmente expuestas".

“Aunque el hombre se proteja, la mujer queda totalmente expuesta”, alerta a La Vanguardia el doctor Álex Garcia-Faura, jefe clínico y responsable de la Unidad de Enfermedades de Transmisión Sexual del Instituto Marquès. “En estas prácticas grupales con penetración el riesgo es muy elevado. Si son diversas las chicas que participan, cada vez que cambian de pareja y se dejan penetrar están entrando en contacto con cualquier enfermedad que pueda tener la chica que antes ocupó esa posición. En realidad están practicando sexo entre todas ellas sin darse cuenta”, argumenta.

Detalles como estos son de gran importancia y se escapan tras un primer análisis. Tanto los expertos en psicología como la Policía Nacional coinciden en que la participación en juegos de este estilo son consecuencia de una deficiente educación sexual tanto en casa como en el colegio, observa La Vanguardia. No está de más que los propios padres hablen con educadores y profesionales de la salud para informarse de estos temas o para que estos hablen con sus hijos.

"Hipersexualización", igualdad y educación emocional

Otro error es olvidar que la sexualidad va mucho más allá de la penetración. "Se olvida que la sexualidad está en todo el cuerpo", dice a Terra Laura O. Sierra, maestra y educadora social formada en perspectiva de género por el Instituto de la Mujer de España, y coach especializada en mujeres. Esto significa que la sexualidad también son besos, caricias, mente y emociones.

"A nivel psico-emocional y social, hay una falta de comunicación brutal en los adolescentes, porque están muy lejos de conocer y nombrar sus propias emociones y menos aún las ajenas", afirma Laura.

"En parte muchas chicas usan el sexo para empoderarse, pero no siempre desde su deseo, sino supuestamente igualándose a los chicos bajo estándares que en realidad fijan ellos, que a su vez están muy mediatizados por el porno. El problema es que el porno educa en una sexualidad, genital, agresiva y distante de la sexualidad real. Esto al final resulta en una sexualidad desvinculada del propio cuerpo, el propio erotismo y las propias emociones", añade la maestra, que tiene experiencia con adolescentes de varias étnias entre los que a pesar de la diversidad encuentra "patrones similares".

En este sentido, Laura considera que existen "muchos problemas de imagen corporal por la hipersexualización de la infancia y la adolescencia", lo que llega a manifestarse en el hecho de que algunas niñas pidan operaciones de estética con 13 años para agrandar sus pechos o hacerse liposucciones. Una tendencia de la que "las madres y padres que no educan en salud corporal y emocional" serían co-responsables, a juicio de la especialista, que matiza: "No se trata de culpabilizar, solo de llamar la atención acerca de la importancia de que las propias madres y los padres también se eduquen en estos temas, que no lo den todo por sabido solo por llevar años practicando el sexo".

"Recuerdo el caso de una niña de 13 años que pidió 'tetas nuevas' y cuando lo quise hablar con su madre, como un tema importante a tratar, me dijo simplemente: 'es que no tengo dinero para eso'", cuenta Laura.

El cuerpo es de las chicas; las consecuencias, sociales

El embarazo adolescente compromete la vida de la joven y de toda la sociedad. Está relacionado con una pobre escolaridad, con la pobreza y con el surgimiento de enfermedades, alerta la OMS.

"Es un problema muy serio que seguimos viendo en este país [EE.UU.]. Aunque el número de embarazos adolescentes y abortos está en su mas bajo nivel historicamente, tenemos que seguir trabajando para disminuir el numero de jóvenes que quedan embarazadas sin estar preparadas. Especialmente porque cada embarazo no planeado afecta a toda la sociedad", observa la doctora Yepez. Y también las enfermedades de transmisión sexual son un perjuicio para la sociedad en su conjunto.

Pero hay otro factor que no debe pasarse por alto: el cuerpo es de las chicas. Esto no significa que no deban oír los consejos de sus padres, sino que quiere decir que son ellas las que deben decidir plenamente sobre su sexualidad. Sirva para ello nuevamente el ejemplo de "la ruleta".

Si bien es conocido por la Policía española, nunca denunciado ya que se trata de relaciones sexuales consentidas entre menores, cabe preguntarse si el número de chicas que participan en estos agresivos juegos sexales -una minoría, según la Policía- sería el mismo si las jóvenes fueran plenamente dueñas de su sexualidad y no fueran arrastradas por la presión social o de grupo.

Dueñas de su sexualidad quiere decir que hacen lo que hacen porque les apetece, no porque ceden ante presiones de los chicos ("no me dejes así", "si me quisieras lo harías", "tu amiga María sí que lo hace"), de otras chicas o por la supuesta imagen de ser sexy que creen que deben tener, buscando aprobación por medio de la sexualidad.

"Has de ser consciente de que solo tú eres la dueña de tu cuerpo, de esa manera puedas decir no con convicción, no a esa relación que te molesta, a esa intimidad sexual con la que no estás de acuerdo", aconseja la guía "Eres dueña de tu cuerpo", publicada por el Ayuntamiento de Fuenlabrada (Madrid, España) y que busca prevenir e informar sobre el abuso sexual.

Pero las jóvenes también tienen derecho a decir sí, añade la guía, y lo harán de forma más saludable y segura si conocen sus cuerpos -algo que sí hacen los chicos desde que comienzan a masturbarse en la adolescencia, tema muy tabú para las chicas-, y pueden preguntar sus dudas sobre el sexo sin que esto suponga un escándalo familiar.

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