La epidemia de obesidad de EE. UU. está impulsando unas tasas crecientes de diabetes tipo 2, según un estudio reciente.
Los investigadores observaron datos de cinco encuestas nacionales que abarcaban de 1976 a 2010 para determinar qué tanto del aumento de la diabetes en el tiempo se podía explicar mediante factores como la distribución cambiante de la raza, la edad y la obesidad entre los adultos de EE. UU.
Los investigadores hallaron que la prevalencia de la diabetes entre los hombres aumentó de alrededor del 5 a más del 11 por ciento. En las mujeres, aumentó de poco menos del 6 a casi un 9 por ciento. Cuando los investigadores observaron los factores que podrían contribuir a las crecientes tasas de diabetes, solo la obesidad se destacó. Aunque para los hombres, apenas explicó alrededor de la mitad del aumento, según los investigadores.
"El sobrepeso y la obesidad explicaban la mayor parte del aumento en la prevalencia de la diabetes en EE. UU. en este periodo", apuntó el investigador del estudio, Andy Menke, epidemiólogo de Social & Scientific Systems, una organización privada de investigación.
Los otros factores que observaron (la edad, la raza y la etnia) "tuvieron poca influencia sobre los cambios en la prevalencia de la diabetes [en el periodo del estudio]", comentó.
El estudio aparece en la edición del 2 de septiembre de la revista Annals of Internal Medicine.
Más de 29 millones de estadounidenses tienen diabetes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. La diabetes tipo 2 es por mucho el tipo más común de la enfermedad, según la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association, ADA).
Los factores de riesgo conocidos de la diabetes tipo 2 incluyen el exceso de peso, un estilo de vida sedentario y la edad, según la ADA. La raza también es un factor de riesgo conocido, y los negros, los hispanos, los amerindios, los estadounidenses de origen asiático y los isleños del Pacífico tienen unas tasas más altas de diabetes tipo 2 que los blancos, anota la ADA.
El nuevo estudio incluyó información de las Encuetas nacionales de examen de salud y nutrición de EE. UU. que representaban a casi 24,000 hombres y mujeres de 20 a 74 años de edad.
"Los cambios con el tiempo en la distribución de la edad, la raza y la etnia, y la obesidad en la población explicaron todo el aumento en las mujeres, pero apenas la mitad del aumento en los hombres", comentó Menke.
No puede explicar a partir de este estudio por qué las tasas de diabetes de los hombres están aumentando más que las de las mujeres, o exactamente qué factores subyacen a dicho aumento.
Dijo que tampoco se sabe por qué el peso desempeña un rol en que algunas personas contraigan diabetes, pero no en otras. "No está del todo claro por qué algunas personas que han mantenido un peso saludable todas sus vidas contraen diabetes tipo 2, mientras que otras personas que son obesas nunca la contraen", señaló.
Menke y otros expertos creen que la genética podría desempeñar un papel más potente en algunas personas que en otras.
Tanto la genética como los factores ambientales fomentan el riesgo de diabetes, señaló el Dr. Joel Zonszein, director del Centro Clínico de la Diabetes del Centro Médico Montefiore, en la ciudad de Nueva York. "Ha habido un debate [continuo] sobre qué tanto es genético y qué tanto es ambiental".
Pero es probable que la obesidad sea el mayor factor responsable por el aumento en la diabetes tipo 2, anotó Zonszein. También es importante porque es un factor de riesgo modificable, lo que significa que es un factor de riesgo que las personas pueden cambiar, según los autores del estudio.
Zonszein apuntó que el estudio tiene al menos una limitación: el uso del índice de masa corporal (IMC) como medida de la obesidad.
Los autores también anotaron que usar el IMC como medida de qué tanta grasa (también llamada adiposidad) tiene una persona es una limitación, y que otras medidas, como la circunferencia de la cintura, podrían vincularse de forma más firme con la diabetes. Pero las encuetas usadas solo medían el IMC, no la circunferencia de la cintura.
Según Zonszein, para predecir la diabetes con más precisión es mejor medir la adiposidad de otras formas, lo que incluye tomar en cuenta el tejido de "grasa buena" o grasa marrón, que se cree que no aumenta el riesgo de diabetes. Dijo que algunas mujeres quizá no tengan un IMC alto pero sí niveles altos de grasa abdominal, una "grasa mala" que se sabe que aumenta el riesgo de diabetes.
Otra limitación potencial del estudio es que los datos de las encuestas no permitieron a los investigadores controlar factores como la actividad física, que se sabe que afecta al riesgo de diabetes, según el estudio.