"No queremos simplemente que la gente use menos las camas solares, queremos que dejen de usarlas por completo".
El profesor Harry Moseley, de la Universidad de Dundee en Escocia, es autor de un estudio sobre camas solares presentado esta semana en el Congreso Mundial de Cáncer de Piel en Edimburgo.
"Encontramos que si una persona de entre 20 y 35 años usa una cama solar por un promedio de ocho minutos una vez a la semana, su riesgo de tener un tipo específico de cáncer a los 55 años se duplica", le dijo Moseley a BBC Mundo.
Las advertencies en torno a camas solares suelen centrarse en el cáncer conocido como melanoma, asociado con quemaduras.
Pero Moseley y sus colegas demostraron que incluso los bronceados comunes con camas solares durante un período prolongado aumentan el riesgo de otro tipo de cáncer más común, carcinoma espinocelular, squamous cell carcinoma. El término "espinocelular" se refiere a una capa de la epidermis llamada estrato espinoso.
"Se trata de un cáncer que se extiende, puede desfigurar a la persona y ser fatal", explicó Moseley. Sólo en Reino Unido se estima que causa cerca de 500 muertes al año.
Y el riesgo de carcinoma espinocelular es aún mayor con camas solares de alta radiación.
"En ese caso el riesgo se triplica", o sea que aumenta cerca de un 200%. "Eso significa que es mucho más probable que la persona desarrolle cáncer. Pero los salones de belleza publicitan como algo positivo sus servicios de bronceado rápido con camas de alta radiación", señaló el académico.
El estudio se basó en datos sobre el uso de más de 400 camas solares en Reino Unido y contó con la colaboración de académicos de la Universidad de Leiden, en Holanda.
El 90% de las camas solares estudiadas en Inglaterra tenía niveles de radiación superiores a los permitidos.
"Ellos tienen un método muy bueno de calcular el riesgo de cáncer dependiendo de la exposición a los rayos ultravioletas. Así que medimos la radiación ultravioleta de las camas solares y usamos ese método para calcular el riesgo de cáncer", explicó Moseley.
¿Cómo entender el riesgo?
"Las conclusiones del estudio significan que el uso de camas solares duplica la probabilidad de que se desarrolle cáncer. Es como tirar un dado. La probabilidad de que salga un seis es de una de cada seis veces, pero si esta probabilidad se duplica, será dos de cada seis veces".
El año pasado el mismo equipo académico de Dundee midió los niveles de radiación emitidos por camas solares en Inglaterra y encontró que nueve de cada 10 camas solares registraba niveles de radiación superiores a los considerados seguros de acuerdo a regulaciones europeas.
"No tiene sentido"
"Mientras otros tipos de cáncer como el melanoma están vinculados a exposiciones excesivas a la radiacion ultravioleta, el carcinoma espinocelular es causado por una exposición más crónica, cumulativa y a largo plazo", le dijo a la BBC Nina Goad, de la Asociación Británica de Dermatólogos.
"Una defensa usual de la industria de camas solares es que son seguras si no hay quemaduras, pero este argumento pierde fuerza con el nuevo estudio. La gente debe estar informada de los riesgos antes de tomar una decisión".
Otro trabajo divulgado con motivo del congreso mundial en Edimburgo señala que el número de pacientes ingresados a hospitales para tratamiento de cáncer de piel en Inglaterra aumentó casi un tercio en los últimos cinco años, según datos de Public Health England.
Se estima que el aumento puede deberse al incremento de vuelos más baratos hacia destinos turísticos de playa y al uso de camas solares.
Moseley espera que su estudio lleve a cambios muy concretos de comportamiento.
"¿Por qué tomar un riesgo de ese tipo?, ¿por qué voy a usar algo que sé puede duplicar o triplicar el riesgo de que desarrolle cáncer? No tiene sentido. No necesitamos camas solares, se puede vivir perfectamente sin ellas", le dijo el académico a BBC Mundo.
¿Cómo resumiría Moseley su mensaje?
"Simplemente: ¡dejen de usar camas solares!".