Si ya es malo hacerlo a los demás, peor aún es “inventarnos” a nosotras mismas una realidad paralela. Hacernos creer algo que de antemano sabemos es falso, es más dañino de lo que imaginamos. Las mentiras, creámoslo o no, acaban pasándonos factura.
Tarde o temprano, la verdad sale a la luz. Además de que necesitamos una gran memoria para recordar, incluso, nuestras propias farsas, a la larga, cargamos con el peso de haber engañado. Existen mentiras que hacen un daño mayor si te las dices a ti misma.
Si ya es malo hacerlo a los demás, peor aún es “inventarnos” a nosotras mismas una realidad paralela. Hacernos creer algo que de antemano sabemos es falso, es más dañino de lo que imaginamos. Las mentiras, creámoslo o no, acaban pasándonos factura.
Las peores automentiras
1. “Él me quiere, o, lo hace porque me quiere”. Esta es una de las peores mentiras que muchas mujeres se dicen porque, en ocasiones, están ocultando a un posible maltratador.
Todo el mundo se da cuenta de que ese hombre está jugando con tus sentimientos, de que es frío, poco atento y hasta pesado contigo. O, por el contrario, es extremadamente celoso y controlador.
No te engañes: nada justifica los celos y solo las personas desconfiadas y con una bajísima autoestima son capaces de lastimarte.
2. “Me gusta la soledad”. Es verdad que, muchas veces, disfrutas de un momento a solas y contigo misma. Pero, no te confundas, y admite que no siempre es divertido es estar sola.
Date cuenta de que en ocasiones lloras y necesitas un abrazo que te dé calor, de que has llegado a fantasear cosas desagradables. El ser humano necesita compañía. No te equivoques.
3. “No me importa lo que opinen los demás”. Claro que te importa. Por supuesto que te duele que la gente crea que eres contradictoria, intensa, o inmadura.
Desde luego que no te gusta ser juzgada por los demás. Mírate al espejo y escupe las verdad: sí te importa y mucho, pero crees que te dolerá menos si le dejas de dar tanta importancia a lo que opinen los demás.
4. “No tengo nada que ponerme”. Reconoce que te quieres comprar ese vestido porque te quieres dar un capricho. Hasta ahora, no conozco a nadie que lo cumpla, cuando los roperos y zapateras están cayéndose de objetos.
Esta frase, que podría parecer inocua, puede traerte muchos problemas en tus finanzas.
5. “Me lo llevo y luego lo pago”. La tarjeta de crédito ha sido una de las mejores aliadas de muchas, hasta que llega el estado de cuenta y tienen que pagar.
Por auto-engañarse y pretender que tienen la capacidad económica de “estar a la moda”, muchas mujeres han contraído decenas de deudas, de vouchers firmados y, lo que es peor, de préstamos que parecen no tener fin.
6. "Mañana lo hago". No te mientas. Si de verdad lo quieres o lo necesitas, lo harás HOY. Te apostamos a que te sentirás mejor y dejarás de dar tantas excusas que no te facilitarán las cosas el día de mañana.
7. “No estoy gorda, lo que pasa es que la moda es estrecha”. Solo si aceptas que tienes un problema con la comida podrás mejorar la relación con tu cuerpo.
8. “No necesito ayuda”. No es que no la necesites, es que no la quieres. Si te hace sentir mejor, usa la mentira pero es importante que sepas reconocerlo cuándo necesites cambiar de opinión.
9. “No puedo vivir sin él”. ¡Mentira! El espacio y el tiempo individuales le hacen mucho bien a la pareja, pero sobretodo, te beneficia a ti misma. Ojo, porque con esta mentira, estás justificando una posible dependencia y tal vez una obsesión.
10. “Este año si me pongo a estudiar”. O, su equivalente, “mañana me levanto temprano y empiezo a hacer ejercicio”. La vida pasa fugaz y, como bien dice el dicho, “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”.
Estudiar, aprender, leer, caminar…son acciones que te benefician más de lo que te imaginas. No dejes pasar las oportunidades, que solo se presentan una vez en la vida. Actúa hoy y deja de contarte mentiras.
No cabe duda de que la mayoría de las personas busca en la mentira un “escape” de la realidad.
Fuente: Salud 180