Todos los días lava tu cara con un jabón apropiado para ello: Después de un día ajetreado, la piel se expone a una gran cantidad de elementos nocivos.
Con el tiempo, esto puede causar daños en la piel y envejecimiento prematuro. Los beneficios de una rutina de cuidado de la piel incluyen mejorar el tono, reducir las manchas e hidratar y rejuvenecer el tejido. Establecer una rutina de cuidado nocturna permitirá que la piel respire, sane y restaure su resplandor. A continuación, encontrarás los pasos a realizar.
LIMPIEZA
Si usas maquillaje, el primer paso es utilizar un removedor de buena calidad que sea indicado para tu tipo de piel. Luego, lávate la cara y el cuello con agua tibia y un limpiador facial, masajea suavemente y retira bien con agua fría. Después, aplica un tónico sin alcohol para restaurar el pH de la piel y eliminar cualquier residuo restante. Humedece un algodón y aplícalo suavemente sobre el rostro y el cuello.
CREMA DE OJOS
Ya que no hay glándulas sebáceas que rodean el ojo, usar una crema de ojos en la piel alrededor de ellos restaura la zona, reduce la hinchazón y las ojeras. Aplica suavemente debajo y alrededor de los ojos; no la apliques demasiado cerca del borde de los párpados, ya que puede untar las pestañas y llegar a introducirse en la conjuntiva, lo que puede ser irritante.
HIDRATANTE
Una crema hidratante orgánica completamente natural es una buena opción, ya que no contiene ningún producto químico ni aditivos agresivos. El tipo de crema que utilices debe ser acorde a tu tipo de piel ya sea seca, sensible, normal o grasa. Una buena crema hidratante eliminará residuos, células muertas, suavizará y rejuvenecerá la piel, la nutrirá con vitaminas y minerales, mantendrá los niveles normales de pH y ayudará a la regeneración celular.
OTROS CONSEJOS
Aplica un bálsamo para labios a diario.
Realiza una exfoliación una vez por semana; puedes hacerlo fácilmente en casa: utiliza ½ taza de miel, ½ taza de azúcar morena, 1 cucharada de aceite de oliva o coco y una gota de aceite esencial. Mezcla todo y aplica en tu rostro masajeando suavemente. Retira con agua tibia y seca suavemente. Luego continúa con la aplicación del hidratante.
Aplica una mascarilla casera apropiada para tu piel una vez por semana.
Se pueden tener cuidados al bañarse, como no frotar la piel durante demasiado tiempo, aplicarse cremas cuando la piel todavía está húmeda o utilizar jabones especiales en lugar de los comunes.