Dibuja una sonrisa permanente en tu rostro y todo marchará sobre ruedas. Cuando una persona se siente feliz, cae enferma en contadas ocasiones y, en ese caso, controla mejor su enfermedad. Así de contundente se muestra el catedrático de Educación para la Salud de la Universidad Complutense de Madrid en el encuentro La influencia de la felicidad en el estado de salud, que se ha celebrado esta misma semana.
Al acto han acudido médicos, psicólogos y filósofos para abordar un tema tan controvertido como el influjo de nuestro estado psicológico en el desarrollo y la curación de enfermedades. ¿Existe un vínculo entre la felicidad, la infelicidad y la salud? Quizás gastaríamos menos en medicamentos si el sistema sanitario estuviera entrenado en comunicación afectiva, si los médicos conocieran cómo se sienten los pacientes.
En los círculos científicos parece estar claro que sin salud no existe felicidad alguna. Pese a que todavía no hayan pruebas verídicas que lo corroboren, algunos expertos están convencidos de que una persona alegre y valiente supera con mayor facilidad las enfermedades y, en general, presenta mejor estado de salud. El doctor Martos expone que la ciencia ya ha demostrado que las personas con carácter más hostil tienen una probabilidad de un 23% de sufrir cáncer.
Es más, pone de manifiesto que uno de los grandes problemas para la salud es la soledad forzosa, aquella que el individuo no elije voluntariamente, pues no sólo causa infelicidad, sino que deriva en ansiedad y depresión y afecta a las enfermedades de tipo cardiovascular. Según comenta el director del encuentro, las personas solitarias registran un alto índice de sobrepeso y sedentarismo.
También ha explicado con una sola frase cómo influye la crisis económica en nuestro estado de ánimo: “El dinero no puede comprar la felicidad, pero ayuda”. Martos nos recuerda que la autoestima es un pilar básico y que nunca está de más reflexionar sobre el camino a seguir para tener un proyecto de vida satisfactorio.