Cómo saber si estamos abusando del ibuprofeno?
La verdad es que para quienes están habituados a tomar cualquier tipo de medicamento analgésico cada vez que tienen el mínimo dolor, puede ser importante reflexionar hasta qué punto no se convierte en un exceso el hecho de recurrir a él.
No se trata de ser un mártir y soportar cualquier dolor, pero hay que ser conscientes de que es mucho más fácil tomar una capsula de ibuprofeno para lograr un efecto o alivio prácticamente instantáneo ante un dolor, que tener que aguantarlo o esperar a que simplemente se pase, como podrá suceder con un dolor de cabeza.
En primer lugar, el ibuprofeno común es muy fácil de obtener, ya que no requiere de receta médica a la hora de comprarlo; por otro lado, cumple la función de calmar el dolor gracias a que bloquea la síntesis de prostaglandina. Las afecciones más comunes en las que se utiliza el ibuprofeno son:
Por una parte, se puede estar tranquilo en el sentido de que el ibuprofeno no produce adicción, ya que es carente de fármacos opioides, hidrocloruro de difenhidramina, o pseudoefedrina; sin embargo, es importante tener en cuenta que de ser combinado con otros medicamentos sí puede causar efectos diferentes como euforia y sobre-estimulación, entre otras posibles.
Por otra parte, de hacer uso de forma prolongada y constante del ibuprofeno podrían presentarse hemorragias internas, úlceras o perforaciones en el sistema digestivo. De observar sangre en las heces, vomitar sangre o sufrir de ardor de estómago, debe consultarse inmediatamente al médico.
Los medicamentos tienen un propósito específico y no están fabricados para que se tomen de forma prolongada; pensándolo desde el punto de vista biológico, desde el momento que introducimos un compuesto químico al cuerpo no le aportamos nada natural, por lo que no puede ser muy positivo un consumo habitual sin que exista una necesidad de peso y real.